El soberano y sus 4 amores -2-

Retornando a los momentos agónicos de nuestro soberano, sintió un profundo dolor, al comprender que ese cuarto amor con la muerte se acaba, pues fue por conveniencia. Mando llamar a su amada Blenda, le dejó saber su última voluntad: ¿me acompañarás en mi viaje a la eternidad? -lo lamento, aún tengo juventud y tiempo para gozar, la vida bella-

El rey lloró, al comprobar que ciertas delicias, sólo son para un momento. Pensó en su segunda esposa, dijo: - ella será mi compañera final; pero su corazón más se entristeció, al escuchar su fría confesión; ¡no mi señor, estoy lista para volverme a casar! Estando a solas con su alma abatida; llegó uno de sus servidores y dijo: -su majestad, la madre de sus tres hijos, fue comunicada de su estado de salud y ha venido a saludarle, ¿la hacemos pasar?

Pasados unos días, llegó a despedirse su fiel amigo y consejero mayor; al escuchar el relato de sus 4 amores, le recordó: -su majestad, veo a su cuarto amor como la riqueza, que, al morir no se puede llevar y cambia de amo.

Su tercer amor es el cuerpo y los placeres, llegan y se van; jamás irán a la eternidad. El segundo amor, es lo que el alma debe soportar por una cruel traición. Y su más preciado tesoro es tu primer amor, que representa a la familia sincera y buena compañera. Y la comparo con nuestra alma; debemos tener con ella una sana comunión, pues sólo ella nos acompañará por la eternidad.