La duda

in #entropia5 years ago



Los gemidos despertaron a todos en la habitación, por supuesto que los ruidos serían percibidos por todos ya que las dimensiones de la misma eran mínimas, ridículamente pequeñas dirían muchos pero no era necesario algo más grande para dormir y bañarse durante los 4 días que duraría la excursión de pesca.

En varias ocasiones los 5 amigos pescadores habían desarrollado la misma rutina, dos venían desde Buenos Aires, bajaban del avión en el aeropuerto de Neuquén y allí los recogían los otros 3, generalmente con dos vehículos y partían hasta la localidad de Piedra del Águila donde tenían reservada una habitación con capacidad para todos en El Alce, una hostería modesta pero limpia y con precios accesibles que les permitía a todos costearlos sin inconvenientes.

Pedro, Juan y Luis, hijo del primero, vivían en inmediaciones de la capital de la provincia, sobre la ruta 22, plena zona frutera del Valle del Río Negro. Hortensio y Manuel eran de la Capital Federal y se habían hecho amigos de los locales solo por el hecho de compartir la misma pasión por la pesca y por haber coincidido de casualidad un par de veces en antiguas excursiones que cada grupo hizo por su lado.

La habitación era como dije, diminuta para contener cinco camas, apenas cabían las piernas entre cada una de ellas pero nadie buscaba lujos ni comodidades a la hora de hacer una salida de pesca de varios días, había que ahorrar costos de cualquier forma y el hotel era una de ellas, ya bastante debían gastar en comida, combustible y pasajes.

La noche de los gemidos todo había sido normal, una extenuante jornada de pesca que había comenzado con el sonido del despertador a las 4 AM, se habían propuesto pescar la primera hora desde la salida del sol y el lugar elegido quedaba bastante alejado del pueblo. Fue un buen día y nadie quería perdérselo así que todo terminó de noche; el reglamento solo permite pescar entre el amanecer y el atardecer pero mientras se vuelve hasta los vehículos y se desarman los equipos la noche llega irremediablemente. Luego hay que regresar al pueblo y al hotel. Después del baño fueron a cenar al habitual restaurante y volvieron caminando, extenuados, pese a que la sobremesa no se extendió demasiado.

Pedro fue el primero en percibir lo que en un principio eran unos jadeos casi imperceptibles pero que pronto se convirtieron en gemidos que lo dejaron totalmente anonadado, no quería pensar en lo que su mente le indicaba, no lo podía creer, se quedó muy quieto tratando de adivinar quienes estaban haciendo eso que jamás creyó que podría ocurrir entre sus amigos y menos en presencia de él. Todo estaba oscuro y no podía ver nada pero estaba seguro que los sonidos provenían de la última cama aunque no podía recordar quien la ocupaba.

Juan tenía un sueño más pesado pero el ruido se hizo tan intenso que las telarañas de su cerebro se despejaron rápidamente y olvidó lo que estaba soñando aunque sabía que era algo bueno. Cuando reaccionó quiso levantarse porque estaba seguro que alguien estaba sufriendo un ataque cardíaco, su largo entrenamiento de enfermero le decía que debía hacer algo pero se golpeó un dedo del pie con una de las patas de la cama y con un dolor intenso que le hizo saltar lágrimas volvió a caer sobre el colchón.

Luis se despertó sobresaltado y al escuchar los gemidos creyó reconocer a su padre, la vergüenza se apoderó de él y se quedó quieto, rogando que todos estuvieran dormidos y no percibieran lo que él claramente oía.

Hortensio también había escuchado lo que nunca pensó que escucharía entre hombre grandes, tampoco él podía creer que hombres, pescadores, gente de cierta edad y totalmente respetados pudieran hacer eso. Pero tenía una sospecha desde hacía tiempo sobre Juan y el joven Luis, se mostraban muy efusivos en ocasiones. Qué feo sería para su padre ver eso, rogaba que nadie se despertara y que el asunto terminara pronto. Escuchó un ruido en la cama que estaba a su lado, quizás ya todo había terminado y los actores volvían a sus respectivos lugares.

Manuel era el único que no pensaba en nada que no fuera el dolor inmenso que le estaba provocando el calambre que le había dado en su pierna izquierda, sobre el músculo gemelo. Intentó sentarse pero no pudo, quería gritar y no le salía la voz, solo unos gemidos lastimeros brotaban de su garganta, ¿por qué nadie prendía una luz y venía a ayudarlo?

separador6.png

La fotografía es de mi propiedad.
Héctor Gugliermo

@hosgug

Sort:  

Congratulations! I just stopped by to say that your post has been selected as a daily Featured Post of my personal curation project! You can find the daily Featured Post HERE.
I upvoted your contribution and I put it on the list because to my mind your post is what I call a quality content!
I am @miti, a manual curator that shall make available all his Steem Power to authors deserving of support. Let's make STEEM great again!
Have a nice day and keep up the good work!

Congratulations @hosgug! You have completed the following achievement on the Steem blockchain and have been rewarded with new badge(s) :

You published a post every day of the week

You can view your badges on your Steem Board and compare to others on the Steem Ranking
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word STOP

To support your work, I also upvoted your post!

You can upvote this notification to help all Steem users. Learn how here!

Coin Marketplace

STEEM 0.26
TRX 0.11
JST 0.032
BTC 63547.08
ETH 3070.13
USDT 1.00
SBD 3.83