La mujer voladora

Antonietta Cimolini había nacido en Italia, más específicamente en Forli en el año 1878, cursó sus estudios en la misma ciudad y en el año 1900 obtuvo un diploma en obstetricia que la habilitaba para ser partera.

Incluso el canto se le daba bien, según cuentan tenía registro de soprano y un futuro prometedor, pero se enamoró perdidamente de un panadero también aficionado al canto que no había tenido suerte (o talento) y estaba cansado de ser tenor suplente en cuanta ópera se presentaba, su nombre Giuseppe Silimbani.

Si bien ambos compartían el gusto por el canto había algo en lo que se entusiasmaban con todas sus fuerzas y era la pasión por volar. Pronto atrajeron la atención y adquirieron cierta fama volando en globos aerostáticos tanto en Forli como en Ravena.

Por algún motivo no conocido se mudaron a la Argentina con su hija Ofelia, al principio tuvieron que ganarse el sustento cantando en teatros y fiestas pero jamás cejaron en su empeño de volar y un buen día de 1903 conocieron a unos hermanos que tenían una fábrica de cigarrillos en Rosario, provincia de Santa Fe y lograron convencerlos de promocionar sus productos haciendo una gira por varias provincias con un globo accionado por calor, el nombre de los cigarrillos escrito en la lona y como si esto fuera poco se agregaría un trapecio donde ella o su esposo harían acrobacias en el aire y arrojarían volantes con la marca de los cigarrillos. Una campaña inusual para la época.

La gira fue un éxito absoluto y en cada ciudad donde arribaban eran recibidos con gran júbilo y sus hazañas eran mencionadas por los diarios y otras publicaciones periodísticas. Pero no todo era color de rosa, esos vuelos conllevaban riesgos y en cuatro oportunidades sufrieron percances que gracias a la pericia y también a la suerte pudieron ser zanjados sin mayores daños. En Rosario el 2 de febrero de 1903 el globo “Invencible” fue arrastrado hacia un sector que no estaba previsto y apenas pasó por encima de la penitenciaría local y cayó sobre unos alambrados de púas que ocasionaron algunos daños en las lonas. En la provincia de Córdoba también tuvieron un descenso no planificado y el globo “La Americana” cayó en un basural muy cerca de una barranca muy pronunciada. En Santiago del Estero unos vientos fuertes motivaron que el globo en el que viajaba Antonietta se perdiera y estuviera desaparecido por algunas horas ocasionando angustia a su familia, a los organizadores del evento y al público en general.

En 1904 ya en Buenos Aires y sin el auspicio de la fábrica de cigarrillos pero con el mismo espectáculo que congregaba gran cantidad de gente y generaba una muy buena taquilla, se realizó un vuelo final ya que el matrimonio y su pequeña hija partirían al día siguiente para Brasil donde ya tenían contratos firmados para realizar varias ascensiones.

El cartel publicitario fue premonitorio, anunciaba con grandes letras: “Última ascensión de la señora Antonietta C. de Silimbani”. Giuseppe estuvo a punto de suspender el espectáculo porque el clima no era el ideal para volar, vientos fuertes empujaban hacia adentro del Río de la Plata. Pero el público se había concentrado en demasía, comenzaron a molestarse por el atraso y a aplaudir con sorna.

Antonietta vestida con traje azul marino y pollera corta la avisó a su esposo que haría el vuelo, soltaron las amarras y el globo salió disparado sin darle tiempo a maniobrar, ni siquiera, según contaron testigos, pudo colocarse el salvavidas. El globo se elevó y tomó rumbo directo hacia el río. Se perdió de vista.

Esto ocurrió a las 18:00 del domingo 13 de marzo, su cuerpo fue rescatado del agua a las 8:00 del día siguiente.

Hubo varias especulaciones y noticias contradictorias sobre su muerte, al esposo le dijeron la misma tarde de la desaparición que la habían encontrado y se retiró de la búsqueda en el río para lograr conseguir noticias sobre su estado y en qué hospital estaba.

Aparentemente le faltaban dos anillos de gran valor que nunca se quitaba por lo cual también circuló la versión de que había caído en tierra y la había robado.

Lo cierto es que el informe forense indicó que había fallecido por asfixia por inmersión.

En Forli, en la comuna de Casola Valsenio donde ella nació, existe hoy en día una calle que lleva su nombre en homenaje a una de las primeras mujeres que se animó a volar.