Una expedición de 12 años
Cuando el 1 de noviembre de 1520 Hernando de Magallanes produjo uno de los descubrimientos más extraordinarios en la historia de la humanidad, el paso entre el océano Atlántico y el Pacífico, abrió la gran posibilidad para España de llegar por otra ruta a las tan deseadas islas Molucas, también conocidas como “islas de las especies”, símbolo de comercio, poder y riquezas por aquellos tiempos.
Surgió entonces la necesidad de ampliar el conocimiento de esta nueva ruta hacia el Moluco y con gran presteza el rey Carlos V decidió preparar y enviar una nueva expedición eligiendo para liderarla al por entonces comendador de Malta, García Jofré de Loaísa o Loayza. El segundo al mando sería el experimentado Juan Sebastián Elcano, quien había completado la vuelta al mundo unos años antes por el fallecimiento de Magallanes.
En 1525 partió la flota compuesta por siete naves y el mal tiempo fue la característica sobresaliente que las acompañó hasta el Estrecho de Magallanes, zona de reunión previamente acordada y que los volvió a reunir luego de 10 meses de viaje desde la partida en el puerto de La Coruña.
La alegría por haber juntado nuevamente a todas las naves duró poco, una de las embarcaciones naufragó casi inmediatamente y otras dos decidieron regresar por las enormes averías que presentaban.
Los cuatro navíos restantes atravesaron el estrecho y continuaron el viaje que habían planificado pero nuevamente las tormentas y el mal tiempo los separarían, esta vez en forma definitiva.
Durante el trayecto realizaron importantes descubrimientos tanto geográficos como marítimos pero sufrieron enormes calamidades así como gran cantidad de muertes y deserciones, solo una nave logró llegar a las Molucas, a la sazón la nave capitana Santa María de la Victoria y en el trayecto fallecieron tanto Loaísa como Elcano.
Un hecho poco conocido de esta expedición fue el hallazgo de otro paso hacía el Océano Pacífico que hoy se conoce como “Pasaje Drake” debido a que se le asigna erróneamente al gran capitán inglés su descubrimiento. La nave San Lesmes a cargo de Francisco de Hoces llevada muy hacia el Sur por los fuertes vientos llega hasta la latitud 55° y en la bitácora anota que allí se acaba la tierra, o sea que hay un paso abierto hacia el Pacífico, sin embargo esa información no llegó a tiempo a España y el topónimo correspondió al pirata inglés.
En su estadía en las islas de las especies los escasos sobrevivientes de la expedición tuvieron que soportar el asedio de los portugueses durante casi todo un año, finalmente, en 1537 arribaron a España tan solo 24 de los 450 hombres que formaron parte de la flota que había partido 12 años antes. La capitanía de la única nave superviviente recayó en Andrés de Urdaneta quien más adelante también tendría sus propias expediciones y descubrimientos.
Héctor Gugliermo