George Orwell / Citario del Cardumen, n° 2 / @hlezama

in #equipocardumen5 years ago (edited)

Baner del citario n°2.png

Banner del Citario: @adncabrera

George Orwell / Citario del Cardumen, n° 2 / @hlezama*


To my English-speaking readers, you will find the translation of the content in the comment section. Thank you for your reading.


Separadores Citario



Fuente

Saludos, estimada gente de Steemit

Como contribución a este segundo #Citario (un punto de encuentro entre miembros del @EquipoCardumen y nuestros lectores), he seleccionado una cita de George Orwell (Eric Blair), de su obra maestra 1984, quizás el texto más citado en las últimas décadas.


You believe that reality is something objective, external, existing in its own right. You also believe that the nature of reality is self-evident. When you delude yourself into thinking that you see something, you assume that everyone else sees the same thing as you. But I tell you, Winston, that reality is not external. Reality exists in the human mind, and nowhere else. Not in the individual mind, which can make mistakes, and in any case soon perishes; only in the mind of the Party, which is collective and immortal. Whatever the Party holds to be truth is truth.

George Orwell 1984 (p. 249)

Separadores Citario

Tomado de: 1984. Signet Classic: New York, 1950.

Fuente

Tú crees que la realidad es algo objetivo, externo, que existe por cuenta propia. Tú también crees que la naturaleza de la realidad es evidente. Cuando te engañas a ti mismo pensando que ves algo, asumes que todos los demás ven lo mismo que tú. Pero te digo, Winston, que la realidad no es externa. La realidad existe en la mente humana, y en ningún otro lugar. No en la mente individual, que puede equivocarse, y en todo caso pronto perece; solo en la mente del Partido, que es colectiva e inmortal. Lo que el Partido considere que es verdad es la verdad.

Separadores Citario

Cuando todos pensaban que la humanidad había alcanzado su punto más bajo con el holocausto Nazi, esa suerte de hipnotismo colectivo que permitió que millones de personas fueran asesinadas brutalmente y que, a la vez, millones de otras tantas se desentendieran de semejante atrocidad, nos encontramos con que las desgarradoras revelaciones y advertencias hechas por Orwell, de manera casi sardónica, en su visionaria novela, 1984, se hacen cada vez más vigentes y amenazantes.

Se puso de moda la expresión fake news (noticas falsas), y la usan los presidentes Trump, Maduro, Putin, al-Ásad, Rohani, el Primer Ministro Netanyahu, o el Rey Salman con el mismo desparpajo. Se nos pide que cuestionemos la información que nos reportan nuestros sentidos, pero se nos exige que aceptemos como incuestionables intangibles como la patria, la autonomía, la soberanía, el honor o el dios todopoderoso que siempre está de lado del gobernante de turno.

Orwell, obviamente, nos invita a cuestionar verdades absolutas venidas de voces benevolentes, paternalistas, que pretenden saber mejor que nosotros no solo lo que nos conviene, sino también lo que percibimos a través de nuestros sentidos. Aunque los sentidos y la realidad objetiva pudieran en algún momento jugarnos malas pasadas, Orwell sugiere que es preferible dar crédito a lo que se puede constatar de primera mano, que asumir como ciertas "verdades" colectivas impuestas por una autoridad a la que se le debe respeto irrestricto. El Partido de 1984 ha mutado a diferentes instancias e instituciones, pero es el mismo monstruo de mil cabezas. En una era en la que la inmediatez de la información se mezcla con lo remoto de los hechos, las palabras de Orwell cobran mayor fuerza y vigencia. Son muchas las verdades supuestas creadas y difundidas por las redes sociales; hasta los videos y fotografías, otrora pruebas incuestionables, pueden ser trucadas y puestas al servicio de intereses mezquinos. Ahora, más que nunca, el ser humano debe hacer uso de su capacidad de raciocinio, su infinita curiosidad y sus sentidos para creer solo lo que esté en capacidad de constatar. ¿Quién iba a pensar que se haría cierto aquello de que a mayor información/tecnología, mayor incertidumbre?

Fuente

Gracias por tu lectura y comentarios.

Separadores Citario

@hlezama (Henrry Lezama)*. Nacido en Yaguaraparo, estado Sucre, Venezuela, en 1973. Académico, aficionado al cine y los deportes. Licenciado en Educación Inglés. Maestría en Literatura Norteamericana en la Universidad de Ohio, en Athens, USA. Estudios Doctorales (TMT) en la Universidad Estatal de Illinois con concentración en Literatura Infantil y Afroamericana. Profesor de Literatura Norteamericana y Literatura Infantil (UDO, Venezuela). Ha publicado trabajos de traducción en revistas norteamericanas.

Separadores Citario


Logo Equipo Cardumen 06160.png

@EquipoCardumen
Somos compañeros de viaje
Discord @EquipoCardumen

Sort:  
When everybody thought humanity had hit bottom with the Nazi Holocaust, that sort of collective hypnosis that allowed millions of people to be brutally slaughtered while, at the same time, millions of other people got disconnected from such atrocity, we find ourselves facing the fact that the frightening revelations and warnings done by Orwell, almost sardonically, in his visionary novel, 1984, become every day more current and imminent.

The expression fake news became trendy, and it is used with the same shamelessness by presidents Trump, Maduro, Putin, al-Ásad, Rohani, Prime Minister Netanyahu, or King Salman. We are asked to question the information reported to us by our own senses, but it is expected from us to accept as unquestionable intangible concepts such as mother land, patriotism, autonomy, sovereignty, honor, or the almighty God that is always on the ruler’s side. If God is with all of them, then they are all right, right?

Orwell, obviously, invites us to question absolute truths coming from benevolent/paternalist voices, that pretend to know better not only what works in our interest, but also what we perceive through our senses. Even though the senses and what we perceive as objective reality can trick us sometimes, Orwell suggests that it is preferable to give credit to what we can confirm first hand and through reason, than to validate collective “Truths" imposed by an authority to which we owe unrestricted reverence. The Party of 1984 has mutated into different instances and institutions, but it is the same thousand-headed monster.

In an era when information immediacy mixes with a broad global spectrum of events, Orwell’s words gain greater power and currency. Many are the alleged truths created and spread by the social networks; even photographs and videos, former unquestionable evidences, can now be manipulated or altered and put to the service of unscrupulous interests. Now, more than ever, human beings must enforce their capacity for reasoning, their infinite curiosity and their common sense to believe only that that they are fully convinced of by empirical evidence. Who would have thought that “the-more-information,-the more-uncertainty” paradox would become true?
Loading...

Amigo @hlezama, me quedo con esta gran verdad: "Aunque los sentidos y la realidad objetiva pudieran en algún momento jugarnos malas pasadas, Orwell sugiere que es preferible dar crédito a lo que se puede constatar de primera mano, que asumir como ciertas "verdades" colectivas impuestas por una autoridad a la que se le debe respeto irrestricto."
Te felicito por el post, como siempre impecable,
Un abrazo.

Gracias por tu generoso comentario, @antolinamartell. Seguimos trabajando con el mismo ahínco para lectoras consecuentes como tú.

Coin Marketplace

STEEM 0.30
TRX 0.12
JST 0.034
BTC 64136.70
ETH 3128.20
USDT 1.00
SBD 3.94