VIVIENDO CON GRILLETES EN UN MUNDO ESCASO DE CORDURA

Somos esclavos en un mundo de amos, aunque suene paradójico es una realidad avasallante que sigue latente en nuestro dia a dia, aunque ya nuestra esclavitud no se vea reflejada en el usar grilletes en nuestros talones ni tampoco sufrir el tormento de sentir como nuestra espalda es desgarrada por latigos de cuero seguimos bajo el servicio de amos

No se si por costumbre o si bien por masoquismo pero adaptamos ya nuestra vida a seguir amarrados a cosas en este mundo que nos hacen esclavizarnos, la libertad más que un privilegio es una elección, y ya saben amigos, no se si es que mi manera de ver la vida es distinta a la de los demás, o si bien mi mente siempre anda por allí fantaseando, pero, lo que si es cierto es que a veces me detengo a pensar en que el ser humano aunque hemos sido la perfecta creacion de Dios, sin querer nos hemos convertidos en máquinas robotizadas que van por la vida viviendo de una manera mecánica.

Que muchas veces partimos de este mundo sin encontrarle algún tipo de sentido a nuestra existencia, nacemos, crecemos, vamos al colegio, nos importen doctrinas, un modo de vida que seguir según nuestro modelo de ''sociedad''. Nos hacen fantasear desde pequeños con obtener productos comerciales, con tener el mismo estilo de vestimenta según la moda en dicho momento, y se nos hace creer que es un modelo de evolución, pero la evolución es la creación de algo nuevo, y como puede ser algo nuevo cuando el mundo entero o una sociedad se rigen todo por lo mismo.

Y allí es donde radica lo que comentaba hace unos post atrás, se nos enseña a vivir intentando ser cuerdos en un mundo que irremediablemente está sumido en la locura, pero eso si, que ni se nos ocurra mostrar un poco de nuestra propia locura, pues ahí el mundo si lo condenaria.

Y es a lo que me refiero, nos convertimos en un patrón, en cortar con la misma tijera, en ser el jarrón hecho bajo la misma forma de todos, todos viviendo robotizados sin salirnos de la línea o parámetro que la sociedad aprueba.

Pero qué pasa si quiero, o quieren ustedes ser unos rebeldes sin causa, si no decidimos trabajarle a ninguna empresa, pues no estamos dispuestos a cumplir normas que no sabemos porque otros la han impuesto, si en vez de tener el apartamento con la mejor vista decido vivir en una cabaña mal arreglado en medio de un bosque o campo alejado del ruido de la ciudad y de las cosas de la vida que te paralizan y te hacen sentir asfixiado y agobiado. Si decido no comprar el ultimo pantalon a la moda, o tener el último corte de pelo según las predicciones de este año, si decido llevar el pelo morado o verde, o quizas mitad y mitad, que le importa al mundo, si vivo mi momento de locura pero que me haga sentir libre y alcance la tan esperada ''felicidad'' momentánea.