Como os he dicho alguna vez me encanta cocinar, generalmente cuando es por placer y no por necesidad de ir corriendo haciendo comidas y cenas con todo el estrés del mundo... La cuestión es que para mí es uno de los momentos más relajantes, meterme en la cocina, con una receta en mente y un buen vino como acompañante.

Como a cualquier persona que le guste la cocina, me encanta descubrir sabores nuevos y mezclas de ingredientes que en un principio parecen no congeniar, pero que al hacerlo tienen un resultado totalmente sorprendente.

Como seguramente hayáis visto más de una vez, una de las cosas que está de moda en la cocina de autor es el uso de flores para decorar, pero que son totalmente comestibles. Estas flores tienen sabores muy peculiares y realmente le dan un toque especial a los platos que las contienen, aunque a día de hoy es todavía complicado conseguirlas.

El fin de semana estuvimos en el campo y cuando pasamos por el huerto vimos que las cebollas estaban ya en el momento de cogerlas, algunas de ellas con el tallo altísimo, terminado en un 'ramillete' de pequeñas flores con un intenso olor. La cosa es que cogí uno de los capullo, lo probé... y ¡¡BOOM!! Fue como darle un pequeño bocado a una cebolla dulce y suave.

Me tendré que asegurar que comerlas no tenga 'efectos secundarios' 😂😂😂... pero seguro que termino usándolas en algún plato, así que ya os contaré qué tal...

Espero que os hayan gustado las fotos... ¡¡¡Un saludo steemians!!! 🤘🏼😑

Fotografías de @wartrapa

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