El 6 de enero, día en que se celebra la llegada de los Reyes Magos, los niños reciben regalos, esto se explica por la leyenda según la cual los Reyes después de visitar al niño Dios, partieron por los caminos a repartir el resto de sus tesoros.

Este día se celebra la revelación de Cristo a los Reyes quienes le trajeron incienso, mirra y oro, presentes que simbolizan sabiduría, oración y sacrificios, la adoración de los Reyes Magos a Jesús, junto con la que le hicieron los pastores de Belén, demuestra el respeto de la humanidad hacia el hijo de Dios, sin distingo de razas ni clases sociales.

Al permitir que el brillante semblante del niño Cristo resplandezca a través de los niños, todos los 6 de enero recibiendo los regalos más esplendidos que una persona pueda dar a otra, esto es algo que el niño puede disfrutar mucho después de haberlos recibido.

La mayoría de las personas debemos darnos cuenta que debemos dar regalos y dejar que nuestro corazón lata de prisa cada día y tener momentos apacibles en cualquier momento y en cualquier lugar cabalgando hacía todos los niños dándoles muchos regalos con amor y con gran gozo.

Si la estrella cuyo resplandor siempre debe brillar en los corazones buenos, amorosos de todas las personas, para que alumbre al mundo en cualquier sendero en el que estén la maravilla y el goce del nacimiento del niño Cristo.

Ese niño que mora en el pesebre de todos los corazones saldrá para ayudar a compartir la vida mas generosamente con otros, como hijos de Dios que somos podemos identificarnos con nuestro propio cristo morador y dejar que esta consciencia aumente, el niño cristo comparte con nosotros y con todos los niños del mundo el gozo, el amor y la esperanza del bien.

El gozo del espíritu de Dios en cada uno de nosotros es eterno, nuestra misión en la vida es expresar su espíritu más y más en lo que decimos y hacemos, en lo que creemos y en lo que esperamos.