Una Palabra que Cambia
Cuanta veces hemos estado a la espera de un milagro, sentimos que si Dios no hace algo de inmediato la angustia se apodera de nosotros y sentimos morir, pero la desesperación no es el camino, sino una palabra.
La desesperación solo nos dejara aún más del milagro que esperamos porque Dios no puede actuar cuando estamos así. Cuando Dios actúa a nuestra favor debemos estar en quietud y en paz.
Pero porque una palabra? Pues todo lo que Dios hizo desde los tiempos antiguos fue precedido por una palabra, y esto le leemos Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, por tanto lo que debemos buscar con desespero es presencia de Dios, pues es aquí donde podremos encontrar la palabra que estamos buscando, esa palabra que cambiará nuestra vida y nos llevara a mirar el milagro de Dios.
Dios es experto en hacer que lo imposible sea posible, cuando Jesús resucitó a Lázaro lo primero que hizo fue lanzar una palabra sobre su hermana y sobre el, primero pregunto a Marta ¿ Crees esta palabra? Y ella respondió con gran fe, luego lanzó la palabra a Lázaro: ven fuera, y Lázaro se levantó, esto nos indica que antes de Dios realizar cualquier milagro que pidamos, El nos dará una palabra, por tanto si queremos un milagro, debemos entonces buscar esa palabra, y eso solo se logra con intimidad y comunión.
En oración, en la palabra, en la búsqueda, en intimidad, seamos fervientes en la búsqueda espiritual, en encontrarnos en intimidad con Dios, para que seamos capaces de escuchar esa palabra sobre nosotros y el milagro que tanto esperamos pueda hacerse real.
Esa palabra que cambia solo puede ser dada por Dios, nadie más está en capacidad de hacerlo, así oren por nosotros, nos impongan las manos, solo Dios es capaz de hablarnos así se a través de otros, pero siempre dirigidos por Dios.