Cuento Infantil: Por qué la brujita Marujita perdió su nariz

Reciban un cordial saludo, amigos de Steemit.

La comunidad VenezolanosSteem, representada por @marcybetancourt y @solperez, ha organizado el concurso Creando un cuento infantil, en el que participo con la presente publicación. Gracias, amigas, porque las puertas de la Casa de los sueños posibles siempre están abiertas.

Espero sea de su agrado.

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Por qué la brujita Marujita perdió su nariz

Cuando la brujita Marujita despertó esa mañana sintió un fuerte escalofrío en todo su cuerpo. Tenía dificultad para respirar. “No debo comer más cocodrilos”, se dijo preocupada pensando en el atracón que se había dado la noche anterior en su cena. Se levantó moviendo a duras penas sus flaquitas piernas.

Llegó hasta su espejo y no podía creer lo que estaba viendo en ese momento. Además de que su cabello estaba alborotado como de costumbre, ya que no le gustaba peinarse, a su cara le faltaba algo muy importante. “¡No puede seeeer! ¿Qué me pasóóóóó?” gritó fuertemente. ¡La brujita Marujita no tenía nariz! “Eso me pasa solo cuando digo mentiras y ¡yo no le he dicho a nadie ninguna mentira!”

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Lloró de dolor, extrañaba la gran verruga que tenía en su nariz. Se preguntaba cómo la había perdido siendo tan grande y seguía llorando.

Se le ocurrió hacer un brebaje mágico que la ayudara a saber dónde estaba su nariz, que le recordara dónde la había dejado, si fuese culpa de ella. Por eso atizó el fogón, colocó en la olla negra un poco de agua, dos patas de gallo, un pedazo de cuero de elefante, tres grillos, tres palos de canela, un chorro de aceite de gato negro, telarañas de araña mona, una ala de murciélago y un ojo de pescado. Revolvió todo y lo dejo hervir. Cuando estuvo tibio lo tomó, pero lamentablemente nada sucedió.

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Marujita pasó el día sin poder descansar, extrañaba a su nariz y, por supuesto, no podía respirar igual que como si la tuviera. Sacó fuerzas para buscarla por todas partes, pero sabía que sería una tarea difícil ya que su rústica cabaña estaba muy sucia y desordenada.

Empezó a mover frascos llenos de hierbas, especias, animales disecados, trapos, suelas de zapatos, ramas secas, sombreros, entre otras cosas, a cada paso que daba levantó tanto polvo que “¿Aah, aahh, aaaahhh, aaachííííííssss”,
La brujita Marujita estornudó tan fuerte que zuuuuaaasss, ¡¡¡¡recuperó su nariz!!!!

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Corrió a verse en el espejo y se alegró mucho de ver su nariz con su inmensa verruga y comenzó a dar saltitos leves de alegría. De pronto recordó que en la noche anterior se había encontrado a una niña en el camino hacia el río, quien le preguntó hacia donde quedaba el pueblo porque se había perdido.

Bruja al fin, Marujita le indicó el sentido contrario del camino. Le dijo: “Sigue el olor de las flores moradas con verde, que huelen muy rico”. Pero en realidad estas son las flores más hediondas del mundo, las llaman las flores de los muertos.

Por hacer esa travesura, la brutija Marujita había perdido su nariz.

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