Ideología determinante.

En un mundo de blanco y negro las cosas van agarrando color, con el pasar de lo minutos el efecto de las fotos van surgiendo, y su descomposición es la más fina que puede haber, detallando con claridad hasta el más mínimo punto de oscuridad, así mismo dejando de verse las imágenes borrosas.

Todo pasa en forma circular como cientos de teorías rodantes, cosas que creí insignificantes duelen con cada versión, y las palabras que un día se llevó el viento regresan cómo si nada, haciendo de mí, un monstruo con verdaderos sentimientos.

Mi físico es el más terrorífico, garras y largos dientes, pero mi mente, mi alma y mi corazón, permanecen intactos, como si nunca lo hubieran tocado, a pesar de tener un corazón frágil, sigo fingiendo que tengo uno de piedra, y como si esto no fuera poco el diablo susurraba a mí oído.

_Fuente

Era confuso lo que en mi corazón había, tan solo veía algo claro, desorden y desastre mental, no veía otra cosa, y con el pasar de las noches, algunas se hacían cada vez más largas, brotando lágrimas de mis ojos la tinta del papel se expandía, una cosa conducía a la otra, y lentamente moría en silencio.

Sonrisas falsas e idealistas las que habían, de las verdaderas eran muy escasas, sin embargo siempre se conseguían, una sonrisa conduce a la otra, tan solo un buen sentido del humor y se te reinicia la vida, y con el más pequeño detalle cambia algo dentro de ti.

Pudiendo observar algo más allá, quizás no todo sea malo, quizás hay cosas muy difíciles, quizás te vean cómo un monstruo, tan solo haz que valga la pena lo que te propones, tan solo agarra los malos comentarios cómo una inspiración para triunfar, porque sé, qué aunque la tinta del papel se expanda, siempre podrás escribir la historia nuevamente, y puede que sea una mejor a la que habías escrito.