Roberto Bolaño (1953-2003) encarna la vocación literaria a tiempo completo, de entrega total. La historia de su vida parece una novela que administra bien sus recursos para contar con contundencia. Inmigrante chileno en México, regresa a Chile para apoyar al gobierno de Salvador Allende, justo unos días antes del golpe de Estado de Pinochet.
En prisión, es reconocido y salvado por un par de detectives que habían sido sus compañeros de colegio. Regresa a México y de allí a España, donde sobrevive haciendo diferentes trabajos. Y en paralelo, devorando todos los libros que caen en sus manos y escribiendo.
Esta circunstancia de su vida, la convierte en un motivo literario que estará muy presente en sus obras. El poema “Los perros románticos” lo describe bien:

En aquel tiempo yo tenía veinte años y estaba loco. Había perdido un país pero había ganado un sueño. Y si tenía ese sueño lo demás no importaba. Ni trabajar ni rezar, ni estudiar en la madrugada junto a los perros románticos. Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu.
Una habitación de madera, en penumbras, en uno de los pulmones del trópico. Y a veces me volvía dentro de mí y visitaba el sueño: estatua eternizada en pensamientos líquidos, un gusano blanco retorciéndose en el amor.
Un amor desbocado. Un sueño dentro de otro sueño. Y la pesadilla me decía: crecerás. Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto y olvidarás. Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen. Estoy aquí, dije, con los perros románticos y aquí me voy a quedar.

De algún modo se convierte en una suerte de héroe literario que supera todos los rechazos iniciales, de todas las editoriales, para emerger con una potente y magistral obra literaria. Esta descripción del difícil mundo de la literatura y el éxito está muy bien planteada en su poema “MI CARRERA LITERARIA”:

Rechazos de Anagrama, Grijalbo, Planeta, con toda seguridad
también de Alfaguara, Mondadori. Un no de Muchnik,
Seix Barral, Destino…
Todas las editoriales… Todos los lectores…
Todos los gerentes de ventas…
Bajo el puente, mientras llueve, una oportunidad de oro
para verme a mí mismo:
como una culebra en el Polo Norte, pero escribiendo.
Escribiendo poesía en el país de los imbéciles.
Escribiendo con mi hijo en las rodillas.
Escribiendo hasta que cae la noche
con un estruendo de los mil demonios. Los demonios que han de llevarme al infierno,
pero escribiendo.

Fuente

La novela más conocida de Bolaño es Los detectives salvajes, que en su opinión «intenta reflejar una cierta derrota generacional y también la felicidad de una generación, felicidad que en ocasiones fue el valor y los límites del valor»; por ello, Bolaño nos muestra la realidad hispanoamericana a través de México.

Tan poderosa es su obra que para Mario Vargas Llosa (iniciador y cabeza visible del llamado “Boom” de la literatura latinoamericana) su novela Los detectives salvajes cierra todo el ciclo de la literatura latinoamericana del siglo XX. También, más tarde, el propio Bolaño iniciará el otro ciclo de apertura de la literatura hispana con su magistral y hermosa novela 2666

MUCHAS GRACIAS POR LEER