Es un placer participar es esta bella y emocionante dinámica de la semana, me hizo recordar bellos momentos compartidos en familia.

Existen muchos regalos que me pueden impresionar, pero hay uno en especial que añoro bastante, me gustaría comer en un restaurante con la familia, como lo hacíamos antes, por situaciones económicas que vivimos en el país se hace difícil comer en restaurante, ahora todo ha cambiado. Me gustaría que me impresionaran con un encuentro familiar, donde todos podamos degustar de una rica comida con música y mucha alegría, no importa que sea un lugar sencillo, que ninguno de los presentes tengan la necesidad de pararse a cocinar ni servir las bebidas, sólo concentrarnos en disfrutar el momento.

Sí, un regalo es un gesto de cariño y amor de parte de la familia, compañeros de trabajo o vecinos, demostramos a la persona lo mucho que lo apreciamos y se siente un gran placer tanto de la persona que obsequia, como el que lo recibe, es una gran emoción que nos hacen sentir amados.

Sí, cuando cumplí mis 40 años de edad, no se lo recordé a nadie porque pensé que ya me estaba poniendo muy vieja, no quería que nadie lo recordara, había una hermana que vivía cerca de la casa de mi mamá, mis sobrinas me invitaron a tomar café, una de ellas era peluquera y me invitó que me sentará en la silla donde ella tenía todas las herramientas de peluquería y me preguntó si quería que ella me cortara las puntas del cabello, por supuesto le dije que sí, de verdad tenía las puntas bastante maltratadas, me lavó el cabello, me cortó las puntas y me lo arregló muy bonito y hasta me colocó maquillaje en el rostro.

Después de las 3 horas que regresé a mi casa, encontré la mesa de centro adornada con muchos globos, golosinas, regalos, una torta y algunos amigos cercanos, fueron cómplice de mi cumpleaños sorpresa, al mirar a mi familia, amigos y el ambiente que habían organizado, lloré bastante, pero de alegría, ese día no se me olvida, son lindos recuerdos.