Es valioso e interesante el tema que se aborda en esta entrega: El Líder debe ser humilde.
Hay quienes consideran humildes a las personas con poco poder adquisitivo, vinculando humildad con pobreza material, sin embargo, están alejados del sentido y significado de la palabra humildad. La humildad es un valor opuesto a la soberbia, como muchos conocemos. Este valor en el campo de la gerencia y las políticas públicas es un sello que engrandece lo sembrado en el terreno, facilita las relaciones y la comunicación sincera entre los miembros de cualquier agrupación. Las palabras sembrado y terreno no aparecen aquí al azar. Recordemos que el diccionario etimológico nos dice lo siguiente de la palabra humildad: proviene del latín humilĭtas, que a su vez proviene de la raíz humus, que quiere decir 'tierra'. Es claro que el conjunto humano que elabora y realiza un proyecto, un plan, cultiva, fertiliza, siembra en una tierra que será fértil en la medida en que ese grupo esté fortalecido por convicciones y valores.
En este caso, la humildad del líder genera confianza, responsabilidad, transparencia, ganas de hacer, de participar. En este sentido nos gustaría apuntar que la humildad nos conduce a una acción vital en el desempeño de un buen liderazgo: la capacidad de delegar. Quien delega confía en sí mismo y en su equipo.

Invito a @amaponian, @flordi y a @sayury a participar en este concurso.