Hoy estoy nuevamente por acá para contarles un poco como estuvo mi día. La verdad estuvo bastante movido, ya que siendo cabeza de familia tengo compromisos y ocupaciones con las cuales debo cumplir al igual que muchos de ustedes. Por cierto he visto como l mata de coco florece nuevamente, no sé cuantas cosechas ha dado en este año pero realmente han sido muchas.

El día de hoy comenzó con un mensaje de Whatsapp del colegio de mi hija, donde enviaron más actividades de distintas asignaturas que deberá entregar en una semana y donde nos informaron que el día de mañana tendremos que entregar las que ya había realizado. De inmediato pensé que era momento de levantarme de la cama para poner en marcha los pendientes del día de hoy y adelantar un poco esas actividades del colegio.

Comencé por hacerme un café ya que tenía que ir al mercado a comprar algunas cosas para la casa, luego tomé un baño, muy rápido por cierto, ya que recordé que tenemos una semana que no nos llega agua y ya queda poca de la reserva. Sabía que al llegar de nuevo a casa debía poner todo en orden y ver de que forma podía ahorrar más agua. Tome el último sorbo de café antes de salir, y al abrir la puerta de la casa note que había tiempo de lluvia así que pensé en que debía apurarme para comprar y que no me lloviera mientras estaba en el mercado.

Por suerte llegue a casa con la lluvia (como decimos coloquialmente); ya que sabía que tenía poca agua se me ocurrió en el camino que podía llenar los tobos en la lluvia para recolectar más agua y así poder usarla por lo menos en el baño.

Recogiendo agua de lluvia

Al mismo tiempo empecé por hacer el desayuno, un desayuno bastante reconfortante porque deje gran parte de mi energía entre la cantidad de gente que había en la calle pero eso no me podía detener las labores domésticas esperaban por mi así que luego de desayunar puse en marcha la limpieza de la casa, deje todo en orden y solo espero que así permanezca durante el día ya que no sé cuándo solucionara este tema del agua. Los rumores de los vecinos siempre exageran, pero la verdad en estos tiempos no sabemos que esperar.

Pasadas las 2:00 pm decido empezar con las tareas de mi hija, y aunque creo que es un poco tarde adelantamos la tarea de una de las asignaturas. Después de terminarlas nos provocó una merienda y no podíamos gastar mucha agua, pero como pude hicimos un ponqué entre mi hija yo jajaja.

Panqué con café para merendar

Así nos llegó la noche entre una cosa u otro fuimos pasando el día. Llego la noche y aquí estamos mi hija y yo escuchando un poco de música y aunque no entiendo mucho esa jerga regatonera cantamos y bailamos porque es tiempo de calidad que pueda pasar con mi hija siempre va a ser importante para fortalecer nuestros lazos de madre e hija.

Me despido de ustedes queridos lectores diciéndoles que la vida hay que vivirla al ritmo que nos toque bailarla, porque no vale solo quejarse de lo malo hay que apreciar lo bueno y disfrutarlo al máximo.

Siempre atenta...