Flores silvestres en mi jardín/Por @gemamedina

Saludos, gente amable de esta comunidad. Hoy desperté con ganas de escribir un poco sobre la sensación que se experimenta cuando sales a caminar por los alrededores de tu casa en el campo y te topas con la maravilla de encontrarte con la belleza incomparable de las flores silvestres.

Sí, de esas que crecen libres, por el terreno de tu casa, por los barrancos, por los linderos, y por las casas de las casas vecinas. Estas flores nos engalanan, día a día, con su belleza, con sus colores, con sus formas. Nos acercamos a ellas, las observamos, quedamente, sabiendo que son un regalo de la naturaleza, que las provee con el agua necesaria para que crezcan, con la luz solar para que se desarrollen como debe ser, con el rocío mañanero que les da frescura y firmeza para que permanezcan siempre bellas.

Es costumbre en nuestra comunidad salir en las mañanas a saludar a los vecinos, con una buena taza de café en la mano, y allí, frente a los jardines, hablar de las flores nuevas que tenemos en ese día. Allí crecen variadas flores de distintos tamaños y colores.

Me encanta tomarles fotos a mis flores, las que guardo en mi archivo para luego volver a contemplarlas, admirarlas en su sencillez, bien sea que estén solas o acompañadas con otras flores distintas. El verde de la grama, y de otras plantas alrededor complementan el escenario en el que ellas crecen.

Ahora que se acerca diciembre y que el tiempo se vuelve más fresco de lo habitual, comienzan a florecer otro tipo de flores, como la flor de papagayo o la flor de Navidad, como le decimos. Esta es una flor muy emblemática de esta época a la que todas las casas de mi comunidad esperamos con ansías para adornar los floreros que lucimos en nuestras mesas y rincones del hogar.

Espero que disfruten de estas flores tanto como yo.

Fotos @gemamedina

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