El mes de mayo inició algo lluvioso y el clima se ha mantenido nublado estos días pero después de la lluvia siempre sale el sol y yo salí a ver las plantas de mi mamá en casa.

Las plantas son las que más agradecen la lluvia y se ve reflejado en estos hermosos colores que nos regalan. A veces vamos entrando a casa y nos topamos con una hermosa flor.

Este mes también es la temporada de ciruelas y desde hace algunos años tenemos una planta de éstas en casa. Desde la distancia se puede ver esta planta cargada y los niños vienen cada día para que les regalemos.

Por supuesto, yo también paso a cosechar las mías porque me encantan. Las podemos recogemos verdes y las dejamos madurar unos días. Últimamente nos visitan muchos pájaros buscando también sus respectivas ciruelas, jajaja.

Los hermosos colores que la naturaleza nos regala en nuestro jardín son una bendición. Desde que soy pequeña siempre recuerdo a mi mamá sembrando bellas plantas.

A veces estamos tan ocupados, la rutina diaria nos impide observar la naturaleza, podemos tenerla tan cerca y no la apreciamos como se debe.

Tan solo unos minutos fueron suficientes para tomar unas bonitas fotos. La experiencia fue muy agradable, relajante y ahora la comparto con todos ustedes.