Aprender sobre el trading

in #l6 years ago

Lunes
¿Qué es el day trading o
especulación intradía?
El trabajo de un day trader, el de menor riesgo que
existe como más adelante les explicaré, consiste en
abrir posiciones de compra o de venta en activos
financieros —acciones, futuros, divisas, opciones...—
cerrando dichas posiciones en el mismo día y
generando beneficios por su diferencia. Esta acción se
puede realizar en una o múltiples ocasiones siempre
dentro del mismo día o sesión. El day trader no es un
inversor, no quiere hacer proyecciones a semanas o
meses de lo que va a pasar. Se opera en el momento,
abriendo y cerrando operaciones en minutos, y ni
siquiera se aspira a tener razón, sólo se pretende sacar
beneficio de los movimientos más probables y más
favorables. Si no se presenta nada, pues manos en los
bolsillos y a esperar.
Pero el day trading no es tan simple como parece.
Uno debe tener concentración, audacia, autocontrol, en
fin, todo eso ya se supone, pero es más importante que
uno tenga... no sé cómo explicarlo. Uno debe ser al
mismo tiempo matemático y poeta. Como si la poesía
fuese una ciencia o las matemáticas un arte.
En sus inicios, el day trading era accesible para
grandes corporaciones financieras y bancos de
inversión, dado que sólo ellos tenían acceso a estas
transacciones de mercado y a sus datos en tiempo
real. Pero gracias a internet y a la tecnología en la
transmisión de información, actualmente un trader
desde un pequeño pueblo como desde el que escribo,
Grado del Pico, en Segovia, tiene el mismo acceso
directo e inmediato a los mercados que cualquier banco
de inversión de Tokio, Chicago o la City de Londres.
Un day trader debe elegir el mercado en el que
operar, conocer sus condiciones y horarios, al igual que
las desventajas existentes y los beneficios de dirigir
hacia allí su talento. Como traders intradía nos resultará
irrelevante que el mercado elegido esté en
efervescencia alcista o sufriendo un crac; si lo hemos
elegido es porque posee suficiente volatilidad para que
cada día pasen cosas, con objetivo de «pellizcarlo» y
llevarnos nuestro trocito de beneficio. El day trading no
es inversión, es especulación y sirve para obtener un
beneficio, basándonos exclusivamente en las
variaciones de precios en el tiempo, es decir, que nos
iremos a la cama sabiendo si la jornada ha
proporcionado un aumento o una disminución de saldo
en nuestra cuenta.
La mayor ventaja de un day trader es que puede
hacer operaciones positivas tanto si el mercado sube
—comprando un activo para venderlo más adelante—
como si el mercado está cayendo —vendiendo un
activo «prestado» que no posee para comprarlo a un
precio menor y ganar la diferencia—. A esta situación
se la denomina en el argot como estar «largo» o
«corto», respectivamente. Insisto, estar «corto»
significa apostar porque el índice, la acción, la divisa...
va a caer, de forma que ganaremos dinero si
efectivamente dicho activo cae y perderemos dinero si
por el contrario sube. Recordar que estar «corto» no
implica un riesgo mayor que estar «largo» y esperar a
que nuestro activo se revalorice.
Debido a que queremos conseguir beneficios,
antes necesitamos predecir Ia dirección del mercado.
Para ello nos ayudamos del análisis técnico (martes)
que nos reporta valiosa información en tiempo real del
mercado e incluso de Ia situación psicológica actual de
compradores y vendedores.
Como indiqué al principio, el day trading es la
profesión más democrática —todo depende de ti, no
puedes echarle la culpa a nadie, «meritocracia» al
ciento por ciento— y la más segura del mundo, al
saber desde el primer momento cuál será nuestro
porcentaje máximo de pérdida diaria, semanal y
mensual gracias a la gestión monetaria (viernes). Por
desgracia, un empresario o emprendedor es incapaz de
calcularlo, arriesga mucho más —costes fijos,
empleados, amortizaciones, impagos, roturas de stock,
robos, productos o servicios que no son del agrado del
cliente, abusivas tasas e impuestos...— y además
sufre unos horarios leoninos.
El potencial del day trading para poner dinero en tu
bolsillo es ilimitado. Ahora bien, el 90 por ciento de las
personas que operan pierde el total del dinero que
invirtieron en los primeros seis meses. Si vuelve a
operar, vuelve a perder el total del dinero antes de un
año. La mayoría de las personas que especulan en
activos financieros lo pierde todo. El hecho de que el
potencial de ganancia sea tan alto atrae a las mejores
mentes del mundo, pero es un juego de suma cero.
Esto significa que lo que ganamos se lo quitamos a
otro, y viceversa. Tienes que ser más listo que tus
miles de oponentes.
Lamentablemente no hay un mercado para
aficionados en el que se pueda practicar con traders de
nivel más bajo, así que cuando uno se lanza a operar,
está luchando con gente e instituciones muy
preparadas, con recursos, dinero y experiencia que
ahora no posee.
Pero ¡tranquilo! se puede operar y ganar dinero en
el day trading, es una evidencia. Se puede aprender,
pues todo es técnica, disciplina y control sobre las
emociones. No obstante, para lograrlo hay que seguir
las etapas del aprendizaje del day trading sin saltarse
ningún paso, siendo uno de ellos el obligatorio período
de simulación que veremos el domingo.
Debemos recordar que hay suficiente en los
mercados para cubrir las necesidades de todos los
traders, pero no para satisfacer su codicia. Evitar la
codicia será una de nuestras mayores tareas. No
querer hacerse millonario el primer año, ni tampoco el
segundo ni el tercero, de hecho ni siquiera debería ser
un objetivo per se. En todo caso, todo tiene su tiempo y
etapas, y controlar la codicia aumenta las posibilidades
de vivir del trading intradía y cambiar de vida. El sábado
abordaremos con más detalle esta materia.
Elección de mercado
Para realizar un excelente day trading debemos operar
en mercados que cumplan ciertas características. Tanto
el mercado de futuros como el forex cumplen todos los
requisitos que considero relevantes para ello. Deben ser
mercados muy líquidos y transparentes, en los que sea
posible operar electrónicamente con ellos, que permitan
entrar «a corto» y que posean productos que permitan
el apalancamiento.
En cuanto a la liquidez, se entiende que se debe
encontrar contrapartida en el momento en que nos
interese. Tanto el forex como los futuros son muy
líquidos y pueden absorber contratos en cualquier
momento sin inmutarse. Respecto a la transparencia
me refiero a la confianza de saber, en cualquier
momento, qué precio hemos conseguido en nuestras
operaciones. Un mercado opaco oculta esa información
y no explica por qué hemos dado la orden de comprar a
700 y nos han servido a 703.
Necesitamos lanzar las órdenes de compra y venta
nosotros mismos, desde nuestra casa, o desde un
balneario, cuando nos interese, sin tener que mediar
con otras personas o intermediarios. Apretamos un
botón y nuestras órdenes se lanzan al mercado
instantáneamente.
Precisamos poder operar «a corto» porque de lo
contrario avanzaríamos a la pata coja. Un day trader
necesita tener la oportunidad
Futuros
Los mercados de futuro consisten en la realización de
contratos de compra o venta de activos financieros,
índices, divisas, acciones o ciertas materias en una
fecha futura, pactando en el presente el precio, la
cantidad y la fecha de vencimiento.
Nacieron en el siglo XIX con el objetivo de proteger
a los productores de materias primas en un mercado
caracterizado por épocas de concentración de la oferta
—de cosecha— y por precios muy variables a lo largo
del año, que restaban atractivo a la labor.
Actualmente existen dos figuras que participan en
el mercado de futuros, los que lo hacen para protegerse
del riesgo en una actividad sometida a altas variaciones
de precios, y aquellos inversores y especuladores que
asumen el riesgo con la perspectiva de obtener
beneficios futuros.
Los futuros se negocian en mercados regulados y
supervisados que registran, compensan y liquidan, las
posiciones abiertas y cuyo órgano regulador—el
Mercado Español de Futuros Financieros (MEFF), por
ejemplo, en España— actúa como comprador ante el
miembro vendedor y como vendedor ante el miembro
comprador. Hay muchos contratos de futuros y
sabemos que un trader puede operar hoy en día casi
sobre cualquier cosa, desde cobre hasta café, desde
índices bursátiles hasta plata, o desde porcino hasta
paladio.
Los principales mercados de futuros son el Mini
Dow (YM), el Mini S&P500 (ES), el Mini Nasdaq (NQ) y
el Mini Russell (ER), el contrato mini de oro (YG), el
futuro del bono americano a treinta años (ZB), el futuro
del euro (EC), el petróleo (CL) y el mini petróleo (QM).
Las letras en paréntesis representan el símbolo o ticker
que se usa para obtener su cotización.
Cabe recordar que cuando compramos o vendemos
un contrato de futuro, no estamos comprando
físicamente nada, es simplemente una forma de
participar en el movimiento de precios del mercado en
cuestión. En cuanto a este movimiento de precios, si
hemos comprado —nos hemos puesto «largos»— con
un contrato en el futuro del mini S&P500, por ejemplo,
y se mueve un punto, es decir, de 1.652,75 a 1.653,75,
se traduce en 50 dólares de beneficio en nuestra
cuenta bróker. El mismo movimiento para el mini
Nasdaq representaría 20 dólares de beneficio y cinco
dólares en el mini Dow. Por lo tanto, si compráramos
tres contratos del mini S&P500 y capturáramos un
movimiento de dos puntos, supondría un beneficio de
300 dólares (50 dólares x 2 puntos x 3 contratos).
Para comprar un contrato de futuro, necesitaremos
entre 2.500 y unos 5.000 dólares en nuestra cuenta de
bróker. A este dinero se le llama la garantía, o margin
en inglés. Existen brókeres que exigen menor garantía
para comprar un contrato de futuro —los hay que
exigen tan sólo 400 dólares por contrato—, lo que hace
elevar el nivel de apalancamiento, como las ventajas y
peligros que ya mencionamos.
Recomiendo operar con un contrato por cada
10.000 dólares que se tengan en la cuenta. De esta
forma, las oscilaciones en la cuenta no son tan grandes
y podrás operar con la cabeza fría. Si disminuimos el
apalancamiento y operamos con un contrato por cada
30.000 dólares, ganaremos dinero y nunca nos
angustiaremos por la posible pérdida. De hecho,
recomiendo empezar a operar con un solo contrato.
Como trader novato cometeremos errores, y un error
con un contrato es menos dramático que un error con
seis o más contratos.
Por último indicar que los futuros sobre índices
tienen cuatro vencimientos al año, que expiran el tercer
viernes de los meses de marzo, junio, septiembre y
diciembre. Esto desde una perspectiva de operadores
intradía no debe preocuparnos mucho, pero estamos
obligados a conocerlo. En lo personal, indicar que
opero desde mis inicios en el futuro del mini S&P500,
el Ferrari de los futuros, un mercado volátil y
complicado para un trader novel. Hoy, sin embargo,
recomiendo a muchos traders que empiecen operando
el mini Dow (YM) al tener ventajas como mayor
horquilla y menor intensidad. Se supone que un
ajedrecista novato no querrá competir con Gari
Kaspárov sino con algún campeón provincial. Pues lo
mismo ocurre con el day trading. Hay que ir ganando
confianza poco a poco y esperar a los grandes retos.
FOREX
El forex, abreviatura del término Foreign Exchange, es
un mercado mundial y descentralizado en el que se
negocian divisas. La especulación en divisas o forex es
el mercado más grande del mundo, que nació con el
objetivo de facilitar el flujo monetario derivado del
comercio internacional. La liquidez de sólo un día en el
mercado forex equivale a todo un mes en Wall Street.
Hay estudios que indican que hay transacciones diarias
en el mercado forex por un valor de cuatro billones de
dólares, debiéndose la mayoría de las mismas a la
compraventa de activos financieros para la
especulación.
El mercado de divisas es único debido al volumen
de las transacciones, la liquidez extrema del mercado,
el gran número y variedad de sus «actores» y su
dispersión geográfica. El mercado del forex se mueve
ininterrumpidamente desde las diez de la noche del
domingo hasta las diez de la noche del viernes. Las
veinticuatro horas de cada día de la semana,
exactamente igual que el mercado de futuros.
Los grandes bancos internacionales proveen al
mercado de divisas con un precio de compra (bid) y
otro de venta (offer). El spread es la diferencia entre
estos precios y normalmente se constituye como la
retribución a la entidad por su papel de intermediario
entre los que compran y los que venden usando sus
canales. Por lo general, el spread en las divisas más
negociadas es de solamente 1-3 pips o puntos básicos
o incluso 0. Por ejemplo, si el precio de compra en una
cotización de EUR/USD es de 1,3300 mientras que el
precio de venta se establece en 1,3302, se pueden
identificar con claridad los 2 puntos de spread que
abonaremos al bróker.
Los momentos de mayor volatilidad que
encontraremos en el forex coinciden con la apertura de
las principales bolsas del mundo —Londres, Nueva
York y Tokio—, si bien el forex no está directamente
vinculado con la naturaleza de estos centros de
negociación. Primero abren los mercados asiáticos,
posteriormente los europeos, y finalmente los
americanos. El acceso permanente a los mercados
permite la ventaja de una capacidad de respuesta
rápida a los acontecimientos económicos o políticos
que tengan efecto sobre él.
Las fluctuaciones en los tipos de cambio son
causadas, generalmente, tanto por flujos monetarios
reales, como por las expectativas de cambio, debido a
oscilaciones en las variables económicas como el
crecimiento del PIB, la inflación, los tipos de interés,
los presupuestos y los déficit o superávit comerciales.
Las noticias importantes se publican a menudo en
fechas programadas, con el fin de que los inversores
tengan acceso a las mismas noticias al mismo tiempo.
Entre los factores que afectan al tipo de cambio
destacan los factores económicos (déficits
comerciales, inflación, diferencias de tipos de interés,
déficits públicos, etc.), los factores políticos, que
pueden afectar a la política monetaria, y, por último, la
psicología del mercado, es decir, los rumores,
expectativas, etc.
En el forex, las monedas se negocian en cruces.
Los más negociados son el EUR/USD (Euro/Dólar) el
USD/JPY (Dólar/Yen) y la GBP/USD (Libra/Dólar). El
dólar estadounidense intervino en el 89 por ciento de
las transacciones, seguido por el euro (37 por ciento),
el yen (20 por ciento) y la libra esterlina (17 por ciento).
Aunque la negociación con euros ha crecido
considerablemente desde su creación en enero de
1999, el mercado de divisas está aún centrado en el
dólar estadounidense.
Los principales operadores en el mercado forex son
las instituciones financieras, que participan en el
mercado de forma especulativa, de cobertura o
actuando por cuenta de un cliente. Cualquier
transacción económica internacional —desde una
transferencia hasta la compra de unas acciones
extranjeras— implica el paso previo por el mercado de
divisas para efectuar la compraventa de divisas
necesarias para realizar la operación principal.
Los bancos centrales, que operan en los mercados
de moneda extranjera para controlar la oferta monetaria,
la inflación y/o los tipos de interés de la moneda de su
país, a menudo imponen las tasas de cambio e incluso
utilizan sus reservas internacionales para estabilizar el
mercado. La expectativa o el rumor de una intervención
de un banco central puede ser suficiente para alterar el
valor de una moneda.
Y, por último, nosotros, los inversores particulares,
a través de intermediarios (brókeres) que se encargan
de brindarnos servicios de administración de cuentas
forex.
Hoy en día se puede asegurar con total veracidad
que el mercado de intercambio de divisas (FOREX o
FX) es el otro Ferrari de los mercados financieros y
alberga una mayor proyección de crecimiento en el
mundo financiero moderno, dada su ubicación
descentralizada y a que opera como una red
electrónica global de bancos, instituciones financieras y
operadores individuales, todos dedicados a comprar o
vender divisas en virtud de su volátil relación de cambio.
Es un mercado transparente donde los haya e incluso
en ocasiones, y gracias a los bancos centrales, muy
predictivo. Además, se adapta perfectamente a la
estrategia de gestión del riesgo (viernes) pudiendo
operar con el mínimo número de lotes. Las garantías
son pequeñas y las comisiones bajas. Usado bajo un
sistema de apalancamiento bien ponderado, posibilita
que un trader con poco capital pueda conseguir
resultados suculentos. En definitiva, el forex se destaca
hoy como el mercado ideal para el trader profesional.
El day trading ¿es para mí?
Rotundamente sí, si trabajas por cuenta ajena, salvo
que te guste y te sientas totalmente implicado en tu
trabajo actual, tengas un puesto con libertad y
capacidad de elegir, cuentes con el apoyo total de la
dirección y ésta confíe en tu responsabilidad y además
sientas que tu desempeño contribuye al éxito del
negocio. En estos casos es tan estimulante el trabajo
por cuenta ajena que merece una reflexión pausada el
embarcarse o no en el trading. En el resto de los casos
la respuesta es sí.

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