Es tan aburrido ir a la escuela, los demás son unos idiotas, en mi ultima exposición sobre la herencia biológica todos estaba cuchicheando y burlándose, mientras que los demás nisiquiera participaron en clase, la mayoría ni hace sus deberes, claro, ¿porque hacer deberes si sus familia son muy adineradas?, desearía que cayeran en la miseria y que sufran mucho, ajjj, odio a esta gente, ya casi es la hora del almuerzo, no me gusta ir a la cafetería, mejor compro un refresco negro y me voy a comer mis pastelitos de queso en las gradas de la cancha deportiva, casi nadie esta allí, ademas puedo seguir leyendo mi libro favorito, El Hombre en el Castillo de Phil Dick, me pregunto si esos escritores también la pasan como yo, no, no lo creo, las redes sociales distraen mucho, y ademas, ellos no tiene películas, ni videojuegos, de que estoy hablando el cine es un arte, ¡Rayos!, otra vez hablando solo, me alegro de que mama me halla hecho mis pastelitos favoritos de queso, me gusta beberlos con refresco negro, esta es la parte alegre del día, odio esa escuela, espero llegar a estudiar en una muy buena universidad.

Luego, escucho que alguien sube por la gradas, pero solo se sienta allí a ver a los demás practicando, mueve las piernas hacia delante y hacia atrás meciéndose, creo que ya se quien es, es Hana, nuestra compañera, los demas chicos se meten con ella, me pregunto que hace aquí.

-¡Hey!, ¡Hana, soy yo!, ¿Que haces allí?-

Ella me mira pero luego baja la cara, tiene puesto su sudadera negra y sus pantalones de pana azules con sus zapatos deportivo blanco, se le ve muy tímida, solo quiero hablar con ella, así que me acerco poco a poco.

-¡No!, espera- ella me dice

-Tranquila, no te voy a comer, jejeje, quería compartí contigo mi postre-

-¿De que es, es chocolate? - pregunta ella un poco timida.

-Si, es pudin de chocolate-

Ella asiente con la cabeza y me acerco poco a poco y me siento a su lado, le ofrezco un poco del envase de donde tengo el postre, ella lo mira un momento, yo solo la observo mientras toma la cucharilla y toma una ración pequeña del pudin, cuando se lo lleva a la boca, ella se estremece un poco y suelta una risita pequeña, y luego toma un poco más del postre.

-¡Esta muy rico!- solo le puedo ver su sonrisa, sus labios pequeños son rosados por el brillo labial que tiene, y sonría de forma espontanea y alegré solo puedo verle su sonrisa y su nariz, la capucha le tapa los ojos.

-¡Me alegra que te haya gustado!, mama lo hizo para mi, para que tenga suerte en la exposición de hoy-, sin darme cuenta Hana se había comido todo el pudin, ella cuando ve el envase vacío se disculpa y se vuelve a sentir muy mal.

-Tranquila no pasa nada, tenias hambre ¿verdad?- ella asiente con la cabeza, es muy tímida, me pregunto porque lo sera, la curiosidad me mata tanto que quiero verla a los ojos, pero no quiero hacer que se valla corriendo, a lo mejor ni sabe que estudiamos en la misma clase.

-Me llamo Hatori-

-Yo, soy Hana, encantada de conocerte, Hatori, tu nombre no es de este lado del planeta y tampoco tienes rasgos de ser oriental-.

-No, mi padre es japones, bueno lo era, falleció cuando yo era un bebe- en ese momento, ella levanta la mirada y se detiene a observar los arboles que están del otro lado de las gradas, el clima esta muy oscuro y nublado, me encantan los días nublados, así puedo usar mi sudadera negra, en las mangas hasta las hombreras de la sudadera por ambos lados tengo estampado los kanjis de los principios del bushido, mi padre practicaba Kendo pero mi madre me lo prohibió, por ahora solo conservo los libros en japones y otros libros de mi padre, dejarme esos libros es una muestra de que me quería, mi madre siempre me lo dice.

-Hana- ella voltea pero aun no le puedo ver los ojos, -esto, ¿te gustaría ir a los videojuegos arcades después de la escuela?, tengo mas de 50 fichas para gastarlas- ajj pero que hice, no debí haberle dicho eso, que imbécil soy, que idiota.

-¡Si!, me gustaría- Hana sonríe cada vez más y esta vez le puedo ver los ojos, son de color verde, y tiene el cabello blanco y largo, en ese momento yo solté una sonrisa de forma natural, por primera vez en mucho tiempo tengo una amiga.

-¡Genial!, ¿vamos después de la escuela?- le pregunto. Ella mira a ambos lados, ya sonó la campana.

-Porque no nos saltamos las clase y vamos, a esta hora los árcades están solos, ¿Te parece?- Eso me parecí muy mal, sentí como se revolvía el estomago, pero no quise desaprovechar esa oportunidad, ademas casi estoy a punto de romper el record en PAC-MAN, así me levanta y la toma de la mano, ambos sonreímos y nos escapamos de la escuela, al llegar al muro que separa la calle de la cancha deportiva, ella me levanta, cosa que me sorprende y da un salto de 4 metros de altura caemos al otro lado de la calle, eso me sorprende tanto que la toma de la mano y no vamos corriendo a los árcades, están bastante cerca, pero corremos muy rápida ya que el encargado de los autobuses escolares son puede ver. Al llegar a los arcades, solo hay unos 4 personas, la sala de videojuegos es muy grande, hay premios, hay para comprar dulces, golosinas y mas monedas para jugar.

-¡Hana, tiene que provar esto, inserte dos monedas y las canjee por dos latas de refresco de uva!- te va a gustar su sabor, yo levanto el seguro de la lata y atravieso el aluminio y la bebo, Hana se queda mirando la lata y la forma en la que bebo, ella con su dedo indice atraviesa el seguro de aluminio de la lata y bebe de su refresco de uva, ella cierra sus ojos, sonrie y se estremece.

-¡MMM! Hatori, esta muy rico, nadie me había mostrado esto antes- ella se bebe toda la lata al igual que yo con la mía, luego me doy cuenta de que su dedo indice esta sangrando y mucho.

-Hana, tu dedo, ¿Estas bien?- ella se queda mirando su dedo y dependiente se regenera rápidamente.

-¡Guao! Técnicamente eso es imposible, era genial Hana- ella se sonroja cuando le digo eso y comienza a acariciar su cabello mientras sonríe por la vergüenza.

-¿En verdad crees que son genial?- ella pregunta.

-Claro, por eso eres mi amiga, seremos los mejores amigos- ella sonríe, así la toma de la mano y les muestro hasta el ultimo videojuego de todos, pero donde más jugamos fue al PAC-MAN, casi estube a punto de tomar el primer lugar, Hana me pidió que quería intentarlo, lo que vi me sorprendió, ella acaba de batir el record de la maquina, no perdió ni una sola vez, no solo eso, triplico la puntuación del primer lugar. Una vez que aparece la pantalla para registrar el nombre del jugador, Hana me dice.

-Hatori, eres un gran amigo humano, ten te regalo mismo dígitos del juego, coloca tu nombre- Hana esta vez sonríe y me observa con sus enormes ojos verdes.

-¡Gracias!, pero, tu ganaste esos puntos, deberías colocar tu nombre, eres una muy buena jugadora- ella se sorprende y luego vuelve a sonreír -Pero recuerda que pronto te superare-, de inmediato, ella comienza a reirse.

-¡No juegues, ningún humano me va a ganar!-

-¡Eso crees! ¡Tampoco soy humano, soy Tassadar, el Ejecutor Protoss de los templarios, y yo purificare los planetas de la amenaza Zerg!- ella comienza a reír a carcajadas, luego canjeamos las monedas por premios, canjeamos las misma por dulce, refresco de uva, y dos pequeños esqueletos de cabezas muy grandes, uno para mi y uno para ella, ella lo miraba con asombro, para los dos, esos esqueletos seria el comienzo de nuestra gran amistad, nunca tuve un amigo que se divirtiera conmigo, así que esa tarde, la acompañe hasta su casa, nos despedimos y luego me fui a la mía, no me había sentida tan bien en mucho tiempo, ademas tengo dulces, refresco, los cuadernos, ¡DIOS SANTO, falte a clases, mama me va a matar!, rayos, no importa, el castigo que me de, no me va a quitar la felicidad que siento, mañana le llevaré dulces de frutas a Hana, pero, ¿por quçe me dice humano?, ¿Sera que es, un alien?, quien sabe, no me importa que sea, yo la acepto como es, espero verla mañana, le llevare los dulce y les mostraré los libros de papa.