Concurso de Microrrelatos de Ciencia Ficción #MicroCiFi256 - Semana 4 - Náufragos.

ERROR DE NAVEGACIÓN

Cuando desperté, ya había una cuadrilla de soldados movilizados cumpliendo órdenes. Quise averiguar qué pasaba pero tenía los ojos pegados, la tráquea seca y los músculos entumecidos. Salir del estado de hibernación es de lo más desagradable. En cuanto pude me vestí con la indumentaria oficial (decoro ante todo), y seguidamente me dirigí al puente de mando. Solicité cortésmente información al Capitán; toscamente replicó que me fuera al cuerno (estos humanos tienen un serio problema con los modales). Amparado bajo mi condición de Embajador le exigí un informe exhaustivo y esta vez me envió directo al calabozo. Mi carcelero lanzó un traje espacial dentro de la celda y cerró con llave.

"Más vale que se lo ponga, vamos a aterrizar", fue su único comentario.

Ya en tierra firme pensé que vendrían enseguida a liberarme, pero no fue así. Se oyeron gritos y disparos, la nave comenzó a zarandearse. Del techo empezaron a salir chispas y un panel cayó estrepitosamente al suelo. Por el hueco aparecieron miles de aracnobots desmantelando la nave tornillo a tornillo. En un suspiro lo único que quedó fueron los
cojines del asiento del Capitán, los víveres y los manuales de emergencia.

"¡Malditos parásitos!", masculló el Capitán. "¡Soldados, a formar! Levantaremos hasta la última piedra de este apestoso planeta hasta recuperar mi nave, ¿ENTENDIDO?"

Se fueron apresuradamente dejándome solo en aquel páramo, custodiando los despojos de la nave. Al rato me asaltó la duda: ¿habían anotado mis coordenadas antes de partir?

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