Creemos en la  vanidad eterna.

Para que en el pan se convirtiera en una piedra.
Sé que la vida es inmortal.
Y entenderás que todas las reglas están vacunadas por alguien:
Sé que esto es un problema.

Solo confiar en los demás.
Y aquí estás: una anciana, un abrevadero, un abuelo gruñón.
Soy como un deshielo
En el pequeño pueblo de Zagórz.

Jugó cariñosamente contigo,
Salir sin cortar todas las alas.
¡Mi tierra me da una señal!
La habitación está llena de sonidos, un vestido susurrante.

Esta habitación se desvaneció
En oración personalmente con él
Ya he venido, no te quedes en la puerta.
Todo es blanco.

Piénsalo de nuevo, la gente es demasiado pronto para que nos rindamos.
El vapor de café esconde una cara bonita.
Después de todo, ¡se nos da desde arriba!
Y olvida para siempre el sonido del oro.