¡Pero  terribles  cicatrices no me pintan la cara!

A los gritos de la multitud diabólica.
Maravillosa imagen de las frases que olvidé.
Aquí la puerta se abrió en una habitación de lujo.
O de nuevo... así que, por cierto mañana,
Míralos, tu calor.
Sus conexiones fueron defectuosas.
Pesado, en previsión de problemas,
Ella bloqueó su esperanza con esperanza.
Con la sangre de un niño pobre.
¿Dónde está la casa, cada casa, como un viejo amigo?
Donde canta con gracia la bailarina.
Solo sé, cada vez como en el cielo.
De nosotros no se pierde nada,
Por el hecho de que él irá tras ella.
Pero si se le pregunta.