Poema. Venus con luz de luna

Venus con luz de luna.
Héctor Hernández Petit. Marzo, 2010

Aquella noche estabas tú, bañada con luz de luna, imagen perfecta adornando todo el espacio ante mis ojos. En la escena, en primer plano tú, bella y radiante. La luna detrás adornada de ti, porque eras tú y solamente tú, quien lo decoraba todo.

La luz y sus matices, el brillo y el contraste, se deslizaban por tu piel haciendo tu tez mágica, de ensueño, configurándose en belleza, era tu silueta. En cada ángulo, la perspectiva era la misma, dominando un horizonte de esplendor ante mí.

Tú mirada, como heraldo de tus ojos, apuntando hacia mí, en aras de hechizarme, con un interminable poder que amainaba mi voluntad. Y mientras tanto, la incitación de tus labios a un inquietante beso del que dependía mi existencia en aquel instante.

Mis ansias por plasmar aquel retrato, congelar el momento, avivaron la envidia por el pintor, pues, mis torpes manos no son hábiles para esparcir la tinta en el lienzo, como medio universal para expresar belleza. Dispongo de la palabra para hacerlo, pero son solamente un ápice de este concepto.

Extasiado de aquel encanto, aún ante la ausencia del ruido, el silencio arrojaba susurros armónicos, cual locura de mis oídos, era mi mente a merced de la sugestión de tu imagen y de lo que la naturaleza había dibujado. Eras tú, convertida aquella noche en Venus con luz de luna.