13/10/2017
Estoy mareada.
He vuelto al 2015.
Camino hacia atrás como cangrejo.
Miento.
Vuelo.
Tengo las manos atadas
un cigarrillo en la boca
y mi muñeca sangra.
Las uñas pintadas de negro.
Soy mi propio mártir.
Lloro
en la terraza
a cielo abierto
Caracas me ve a través de sus constelaciones
ella sabe que lloro sangre
que me he lastimado
que lo siento.
Ávila hermosa.
Lloro a tus pies.
Mi piel arde
como recordatorio
de miseria y muerte.
Soy
Dos mil quince.
Insomnio.
Alguna manera
algún mundo
espacio
y cielo
debe haber
donde este hueco hondísimo
no duela
donde mi sangre
no salpique
donde el alma
mi alma
no predique
a diario
el querer volar.
Exilienme.