- Les voy a contar la historia de Lu, así lo llamaremos, Lu, un chico bastante normal, nada fuera de lo común, de esos que siempre pasa desapercibido y casi nadie nota. Lu es de esos muchachos que le gusta mucho escuchar a la gente, pero que nunca ha sido bueno hablando, no me mal entiendan, si puede entablar una conversación y mantener una retroalimentación en una discusión, pero no es de los que habla de sí mismo, el prefiere dejar sus pensamientos, sentimientos y problemas en segundo plano cuando conversa con alguien.

- Lu, el payaso de su grupo, el que siempre esta contento y sonriendo, el que tiene como lema “sonríe, es gratis”, no estaba siendo del todo feliz, necesitaba alguien con quien compartir, alguien cercano a él, alguien que lo hiciera sentir cómodo siendo el mismo. A pesar de tener siempre a sus amigos cerca, el sentía que le faltaba algo más.

Un día, sin pensarlo, sin darse cuenta, conoce a la chica que llenaría el vacío que sentía, a esa persona que le regalará lo que tanto buscaba y no sabía describir, por fin conoció a As. As, una chica hermosa, de ojos encantadores y una sonrisa que podría derretir el trozo de hielo más frio del planeta, su característica física principal, su estatura, si, un tanto bajita, pero con ambiciones gigantes, un fuerte carácter y una gran habilidad para hacerte conversar, incluso a un chico introvertido como Lu.

- Lu y As se conocieron en la universidad, a través de un amigo en común que llevó a As a donde Lu y sus amigos estaban sentados conversando. Lu estaba en plena discusión, hablaba, se reía, opinaba y escuchaba a sus compañeros, acompañados de la suave brisa fría que parecía invitar a la lluvia, mientras que As, lo miraba fijamente, como estudiándolo, interesada en él, para As, Lu era el chico malo, un muchacho grande, fuerte, centrado, el líder de su manada, algo un poco exagerado, para ser sinceros.

- Lu, luego de terminar el tema de conversación que tenía con sus amigos, se sentó un poco distante y encendió un cigarrillo, pensaba y analizaba las opiniones de sus compañeros mientras sacaba una calada de su marlboro rojo, dejando fluir sus pensamientos a través del humo y el petricor, siempre analítico y lógico, pero poco práctico, así es Lu. As dio el primer paso, interesada en conocer a este “líder”, grande, fuerte y centrado, se acercó a él y le preguntó sobre su llavero; una cadena que iba desde una trabilla del pantalón hasta el bolsillo derecho.

• ¡Hola!, oye, ¿Qué es eso? –Preguntó As, señalando el bolsillo de Lu.
• ¿Esto? Es mi llavero – Respondió Lu mientras despegaba la cadena de la trabilla de su pantalón.
• ¡Ah, es un llavero! – exclamo As en sorpresa, a lo que Lu respondió:
• Soy una persona muy torpe, he perdido varios juegos de llaves, así que ahora me las engancho, además, me gustan los llaveros.

- Así comenzó su amistad, Lu y As, al principio fue un poco lento, primero hablando una que otra vez o mientras esperaban que el resto del grupo de amigos llegaran a la universidad. As por un tiempo pensó que a Lu no le interesaba ella, no en el ámbito amoroso y romántico, así que As decidió seguir su vida, tratando de acostumbrarse a la idea de que Lu no la veía igual, aunque tiempo después, con el contacto constante As se dio cuenta que no podía sacar a Lu de su cabeza y cada día le gustaba más.

- Luego empezaron a compenetrarse un poco más, se ponían de acuerdo para almorzar juntos en el comedor de la institución, a veces solos, a veces acompañados de todos, pero siempre juntos, siempre conversando. Hablaron y hablaron por horas, entre risas y anécdotas, conociéndose más y más.

- La amistad entre Lu y As, cada vez se hacía más fuerte, no podían pasar un día sin hablar, Lu no perdía oportunidad para pasar tiempo con ella, inventaban excusas para verse y conversar, las horas se convertían minutos estando juntos.

- Por otro lado, Lu estaba empezando a sentirse distinto, empezó a sentirse completo, pudo notar que a veces, solo pensaba en hablar con As, en pasar un rato con ella, en verla y hacerla reír, a Lu le gustaba As en secreto, pero Lu, boicoteado por sus pensamientos, su baja auto-estima y sus derrotas amorosas del pasado se impedía dar un paso adelante.

- Todos en el grupo de amigos Lu y As sabían que ellos se gustaban, y alentaban a Lu de que se declarara, pero él seguía cegado por sus anteriores fracasos, y les repetía a sus amigos que, de ninguna manera As lo veía así, que solo era amable y atenta, que solo lo veía como un buen amigo. - As, sin embargo, empujada y animada por sus amigos, decidió dar el primer paso, y en una de las reuniones se lo confesó a Lu.

Lu quedó inmóvil, esto tomó por sorpresa a ambos, a Lu, porque nunca imaginó que As pudiera sentirse así, y también a As, porque nunca pensó que fuera capaz de hacer eso, Lu, aun nervioso, tembloroso, tomó el rostro de As, levantándole la cara y mirándola a los ojos, respondió diciendo:

• ¡Tú también me gustas mucho, As! – se notaba el temblor en su voz – Yo, ¡yo no me di cuenta cuando empezó a pasar, pero no puedo dejar de pensar en ti, estás en mis pensamientos todo el día! – dijo Lu, con la mirada fija en los ojos café brillantes de As.

La abrazó y luego la besó, así como siempre es el primer beso, nervioso, fuera de ritmo, inefable, dejando a ambos sonrientes y ruborizados, sin poder decir una palabra, pero sin poder dejar de abrazarse.