El carpintero que había contratado para arreglar mi vieja quinta, acababa de finalizar su primer día de duro trabajo , su cortadora eléctrica se había dañado y lo hizo retrasarse una hora de su trabajo y, ahora su antigua camioneta se negaba a arrancar, mientras lo lleve a casa permaneció en absoluto silencio, una vez que llegamos a su hogar el carpintero me invito a conocer a su hermosa familia, mientras caminábamos hacia la puerta de la casa se detuvo muy brevemente frente a un árbol pensando en tocar las puntas de las ramas con ambas manos, al entrar en su casa ocurrió una muy excelente transformación, su cara blanca y bronceada sonreía plenamente, abrazó a sus 4 pequeños hijos y le dio un beso a su linda esposa, posteriormente me acompañó de vuelta hacia mi coche cuando pase cerca del árbol sentí curiosidad y lo llamé para preguntarle acerca de lo visto cuando entramos, el me dijo que ese era su árbol de los problemas contestó sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo pero hay algo que es muy seguro, los problemas no pertenecen, ni a mi casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos y menos a las demás personas, así que simplemente imagino colgarlos en el árbol cada vez que llego a casa, parecerá raro pero luego por la mañana antes de salir a casa los recojo otra vez, lastimosa mente cuando salgo a recogerlos encuentro tantos como los deje en el árbol por la noche.