En eras de apocalipsis

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Hace varios meses atrás el clima viene cambiando radicalmente, las aguas del mar se han congelado, los tiempos son totalmente diferentes, todos nos estamos muriendo de frio, la hipotermia es la protagonista de muchas muertes, afuera no existe ningún tipo de animal con vida, todos se han congelado, el frio a acabado con todo, aun recuerdo aquellos tiempos cuando el sol salía todas las mañanas y nos quejábamos del calor, ahora es todo lo contrario, la oscuridad es nuestra única compañera y las tinieblas es todo lo que nos rodea, todo comenzó cuando las placas tectónicas se movieron y cambiaron de sitio a causa de un fuerte temblor en la Antártida trayendo como consecuencia una ola de frio aterrador.

No sé a podido hacer nada para revertir el daño y las personas que lo han querido hacer han muerto en el intento, ya no se qué día es hoy, ni cuantos días han pasado desde que ocurrió esa catástrofe, aquí no se sabe si es de día o es de noche, el tiempo pasa muy lento mientras que la vida se acaba más rápido.

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He tenido que cambiar de refugio varias veces, ya que la ola de frio cada vez es más fuerte, la biblia hablaba de que el mundo se iba a acabar por un apocalipsis climático y yo nunca creí que eso podría suceder o pudiese ser real, hasta ahora que lo estoy viviendo, es impresionante ver como las personas se congelan detrás de ti mientras tratan de huir de este aterrador frio, es sorpréndete presenciar cuando un cuerpo congelado cae a tus pies y se rompe en mil pedazos, es como si se convirtieran en una especie de cristal muy frágil.

Cada vez son menos los sobrevivientes, el frio se ha convertido en nuestro mayor depredador, nos acecha como un tigre a su presa, hasta que nos acorrala y nos devora a uno por uno sin ningun temor, pareciera que fuera algo macabro lo que nos está pasando, es como si el mismísimo diablo se estuviera divirtiendo con nosotros.

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No me quiero dar por vencida, no creo que esto vaya a ser para siempre, aunque sea muy difícil seguir sobreviviendo de este modo, solo me alimento de la carne humana congelada, no quiero morir así, no me resigno a que este sea mi final, aun me falta muchas cosas por vivir, quiero conocer el amor y sentir ese primer beso, me gustaría tener hijos y verlos crecer, sueño con llegar a vieja y tener una familia grande, no me puedo morir sin haber vivido.

A veces no logro discernir entre un sueño y la realidad, son tantas mis ganas de vivir que cuando logro dormir sueño con un nuevo amanecer, ¿Será cierto que Dios existe? y si existe ¿Por qué me ha abandonado? A veces pienso que Dios no envía pruebas que uno no pueda superar y esto me ayuda a aguantar un poco más.

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Pasan los días y yo ya casi sin fuerzas, me encuentro en una cueva lejos de la civilización con lagrimas en el rostro, recuerdo la vida que nunca tendré, a los hijos que nunca vi y añoro ese amor que nunca fue, volteo mi mirada hacia la entrada de la cueva y todo se ve congelado, pero el frio ya ceso, no sé si es que estoy muriendo pero ya no lo siento, de repente veo un ave entrar caminando a la cueva, tal vez sea un ángel que viene por mí, no sé si estoy delirando o solo es un sueño, lo que si se, es que viene caminando hacia mí, trato de sentarme para poder tocarla, la tomo entre mis manos y puedo sentir su calor, es hermosa, no lo podía creer, me levante de donde me encontraba acostada para salir caminando de la cueva y no podía creer lo que veían mis ojos, mi corazón comenzó a latir rápidamente y mi alma se lleno de regocijo nuevamente, mis ojos volvieron a ver la luz, las aves revoloteaban en el cielo, llore como una niña, mis rodillas se doblaron cayendo al suelo para dar gracias a Dios por este nuevo comienzo, se podía observar como el hielo se comenzaba a derretir, ya lo malo había pasada y esta era una nueva oportunidad para los que habíamos sobrevivido.

Y renació la luz y con ella mis ganas de vivir, hoy profeso todo lo ocurrido y me dedico a tener la vida que tanto soñé esos días, si no morí de frio es porque tengo otra oportunidad para realizar mis sueños y vivir mi vida plenamente, no moriré sin haber vivido antes.

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Dicen que cuando la noche está más oscura es porque ya falta poco para amanecer.