𝕃𝕠 𝕞𝕖𝕣𝕖𝕔𝕖 𝕖𝕝 𝕔𝕠𝕣𝕒𝕫𝕠́𝕟.

El pasado martes, me hice unos exámenes de rutina; pues, la edad nos exige tomar acciones si queremos vivir algunos años más; y por qué no, superar la edad promedio de vida.

El día siguiente, temprano en la mañana, fui a buscar los resultados y a la consulta; pues me llevé una sorpresa, el médico que me atendió me informó, en base a los resultados que le llevé, que debería bajar el consumo de grasa. Le escuche en silencio todo lo que me prohibió comer, y amigos, no aguante, jajaja, interrumpí al médico diciéndole: Desde hace unos 20 años no ingiero comida “frita”, en mi casa no hay ni aceite vegetal ni animal; todas mis comidas son a la plancha, al vapor o en agua; ratifico, nada de aceite, ni mantequilla, ni margarina, ni mayonesa. Mi dieta se basa en cambures, plátanos, yuca, arroz, pasta, pollo –rara vez carne-, queso no salado, granos; no fumo ni ingiero licor; y ¡ah! Un kilo de sal me dura más de un año. Se imaginarán la cara del médico, que me estaba imponiendo una dieta rigurosa.

En vista de lo sucedido, decidí escribir sobre mi principio de alimentación, con el fin de alentar a mis seguidores, a tomar medidas en la juventud para que no padezcan de enfermedades que son consecuencia directa de nuestros abusos en esos años dorados. Ingerir menos alimentos de alto contenido de grasas y colesterol y cuidar las calorías, son pasos importantes para una dieta y un corazón saludable.

El especialista, determinará el número de calorías que necesitará diariamente para lograr y mantener un peso y metabolismo adecuado, lo cual redundará en mejora saludable, te sentirás mejor. Para ello debemos:

Cuando nos referimos a nuestras necesidades calóricas, me estoy refiriendo a la energía que usted necesita para realizar sus actividades diarias; por ejemplo, alguien que está sentado viendo TV, consume menos caloría que alguien –obrero- cargando sacos de cemento; subiendo y balano escaleras; trotando 20 kilómetros… todo depende de tu actividad. El equilibrio está en moderar la ingesta calórica –grasas, azúcares…-.

¡Sea tan cuidadoso cuando come afuera como cuando prepara sus propias comidas! No está de más mencionar en este punto, la limpieza de los alimentos, los utensilios y el área de preparación.

Para obtener los nutrientes que necesita, tiene que ingerir una variedad de alimentos de los diferentes grupos –a veces esto no es posible-. Ya con los índices determinados por el especialista, conforme a sus requerimientos personales –somos máquinas diferentes con necesidades particulares-, así como el tamaño de las porciones, no está de más sugerir poner atención a la siguiente tabla:

Toda dieta debe tener un complemento de ejercitación adecuado a su edad, condiciones físicas, y a su actividad diaria. Recuerda, somos máquinas que nos fortalecemos con el ejercicio. El cerebro también debe ejercitarse, leer, meditar, escuchar música relajante –no estridente-; tomar hasta raciones del sol -media hora es suficiente-.