La gente correcta en un lugar inoportuno|| Artesano Cafetería. Plaza Bolívar. Caracas.

"Tiene una entrevista mañana a las 7:00am. Por favor, sea puntual. Hasta luego."

Así comenzó mi travesia en aquel lugar que se convertiría en mi "segundo hogar", en mi primer pasatiempo, y, en teoria, mi primer empleo: Artesano Cafetería.

La historia que les contaré a continuación, no se trata de si el lugar era un buen ambiente laboral o no, porque, a fin de cuentas, cada persona debe tener una experiencia indivual de un lugar para juzgarlo y no dejarse llevar por la de otra persona que, sin duda alguna, suele ser muy ajena.

Comencé a trabajar en Artesano un 28 de Julio de 2017, recuerdo claramente que fue un día Viernes, pensando que todo sería "color de rosas": <<Bueno, es relativamente sencillo- me dije- Es solo envolver el golfeado, tachar la factura, diferenciar los ponques y observar a la gente consumir>>, creo que jamás había estado tan equivocada en toda mi vida; ni los tres días de "entramiento" antes de mi comienzo oficial me iban a preparar para lo que vi esa tarde a eso de la 1:30pm en aquella barra... ¡Una super oleada de gente de todas las formas y tamaños! Unos iban vestidos de trajes, otros simplemente con el tipico Jean y la tipica franela, pero todos con el mismo fin, golpear incensantemente la factura contra el meson para ser atendidos. Si, estaba aterrada, pero con el pasar de las semanas y los meses, entendí que siempre habrían días así y que lo que había llegado como una tortura, se quedo para ser una rutina.

Todos mis días comenzaban de la misma manera, batallando con el sueño a las 5:00am, corriendo para hacer el desayuno y viendo las mismas caras por el boulevard por el cual siempre bajaba. Como dije, todo dio un cambio sorpresivo hasta hacerse rutina, hasta hacerme pensar que la monotonía me sofocaba y por eso, y mucho más, deje Artesano.

No hablare de mi trabajo allí, porque no tendría mucho que decir al respecto, mas que lo siguiente: si tan solo el personal administrativo no me hubiese puesto tantas trabas para deselvolverme en otras áreas ajenas a la del despacho de alimentos, todo hubiese sido diferente. Sin embargo, no puedo quejarme de lo poco que hice; pan de jamón en diciembre, y uno que otro intento de manejar la máquina para la extracción del espresso.

Entonces, no vale la pena hablar de lo que hice, vale es hablar de lo que fue y, pobablemente, siga siendo aquella cafetería... Artesano no es aquel golfeado bañado en papelón, es todos esos jóvenes en el calor sofocante de la cocina, dedicados, sudados y presionados que se pusieron como meta (los que se fueron) y seguiran poniendo (los que se quedan y llegarán) salir adelante como personas y profesionales. No es aquel café refinado, aquel café azul o esa leche en polvo, es aquel/ella joven con la paciencia para calibrar la molienda y tener el pulso preciso para que el arte latte salga perfecto y pueda ser disfrutado con admiración.

Sí, sin duda alguna, el renombre de Artesano Cafetetería no se da por sus paredes, sus cocinas, sus máquinas de espresso o sus "comidas". Se da por sus trabajadores que dejan hasta el último aliento en ese lugar, que quieren gritar ¡SÍ! cuando, por obligación con su labor, han de decir ¡NO!. Inlcusive, aquella cafetería se compone de los clientes, siempre fieles, que a pesar de no tener, siempre hacen lo posible para ser atendidos por su despachadora preferida y tomar un café de su barista favorito; Artesano somos todos lo que hemos ayudado a construir su trayectoría, por breve que haya sido la estadia.

No he de lamentarme por haber adquirido nuevas rutinas, ya que muchas fueron muy gratas. La rutina de salir siempre directo a beber una fría (cerveza), de salir corriendo de allí a beber un té negro en un lugar mas acogedor y de salir y sentarse un rato a charla frente al lugar donde yacen los restos de nuestros próceres; son recuerdos que nunca dejare ir y rutinas que siempre trataré de mantener vivas.

No me arrepiento del tiempo de permamencia en aquel lugar, así como tampoco me arrepiento de dejarlo.

Aunque el destino no depare nada seguro, es algo que he de aceptar porque, a fin de cuentas, nada es seguro en esta vida. Me gusta creer que seré sorprendida con otra oportunidad al igual que ésta me sorprendio con personas agradables y momentos gratos.

No puedo mas que cerrar este post dandole las gracias a cada persona que cruzo conmigo palabras y miradas en Artesano. Siempre se les tendra en una gran estima y en los recuerdos profundos, a pesar que son pocas las personas de las cuales conservo recuerdos gratos.

No me queda más que decir...

¡GRACIAS ARTESANO CAFETERÍA!

Fachada del local

TEXTO Y FOTOS REALIZADAS POR MI PERSONA: LALESKA CASTRO. TODAS LAS FOTOS FUERON TOMADAS CON MI TELÉFONO CELULAR BLU R1HD.

Nota: la única foto que no me pertenece es la que cierra el post con la fachada del local. Esa fue tomada del Instagram de la cafetería. Bajo la foto deje el enlace directo para que le echen un vistazo a la cuenta.

¡Hasta otro Post!

Letrada Incoherente