Sin lugar a duda, los factores de transferencia son un regalo de la naturaleza y el respaldo al sistema inmune una maravillosa noticia para nuestra calidad de vida. La acción de los factores de transferencia como inmunomoduladores es excepcional. Les comparto algo más de la información, que a mí me ha maravillado. La siguiente imagen fue presentada por el Dr. Calvin MacCausland, cuando era Presidente Científico de 4Life Research, durante una presentación corporativa (comienza en el minuto 30 con 25 segundos en el vídeo que se anexa al calce)

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Para quienes no hablan inglés, con gusto les comparto la información, que subraya la importancia de la actividad de las células NK en infecciones virales (las células NK forman parte de la primera respuesta inmune)

El área morada debajo de la curva representa una población de virus que se está multiplicando. Si no existiera nuestro sistema inmunológico, ésta crecería sin control en nuestro cuerpo. Al detectar la presencia del virus, nuestro sistema inmune comienza a enviar moléculas de señalización. Los factores de transferencia son parte de estas moléculas y lo primero que hacen es llamar a las células asesinas naturales (natural killer o células NK) para combatir las céluas infectadas con el virus. Cuando las células NK comienzan a responder, disminuye la carga viral. A los linfocitos T citolíticos les lleva cerca de 6 días para comenzar a atacar y disminuir más aún la población de virus. Luego comienzan los linfocitos B a producir anticuerpos. Éstos marcarán a las células infectadas para que también sean destruidas. Estas dos últimas acciones, aunque muy importantes, tardan un tiempo muy valioso para poder presentarse.
Se sabe que al viajar en avión uno puede estar expuesto a varios patógenos. Cuando se consumen factores de transferencia, en caso de exponerse durante un viaje por ejemplo a un virus, como ya está presente esta molécula de señalización en el torrente sanguíneo, las células NK comienzan a reaccionar mucho antes. En vez de tomarse 3 a 4 días en responder, les puede tomar 1 a 2 días. La carga viral comienza a caer mucho más rápidamente. Los linfocitos T citolíticos tendrán menos trabajo que hacer y los anticuerpos aún se formarán para asegurar que se combatan todas las células infectadas.

Queda claro que es vital la actividad temprana y efectiva de las células NK y que ésta determina el desenlace y la duración de una enfermedad.
La administración de TRANSFER FACTOR resulta, a partir de la activación de las células NK, en una respuesta inmune mucho más rápida recorriendo en algunas horas o inclusive días el pico de producción de citocinas y de células NK, disminuyéndose con mayor rapidez la carga viral (ver segunda gráfica, con toma de factores de transferencia).
La asombrosa consecuencia es que, gracias a la función incrementada de las células NK, es posible que exista la infección sin enfermedad, así como la posibilidad de detectar un tumor y su destrucción antes de que éste sea reconocido como enfermedad.
La oportunidad de prevenir la enfermedad ha sido bastante ilusoria, excepto por la aplicación de algunas vacunas. La suplementación con factores de transferencia permite el respaldo de la función inmune de forma segura y relativamente barata. La prevención es la clave y el respaldo al sistema inmunológico de los factores de transferencia un regalo de la naturaleza.

El siguiente vídeo comparte la información mencionada y brinda mayor información acerca de las gráficas compartidas en la publicación