La promesa de un ángel de la guarda. (Fragmento novela)

in #spanish7 years ago

!Justin¡, regresa- gritaba Pablo con desespero- desde la mitad de la sala, justo al frente del marco de la cocina de donde salio disparado, al ver bajar a Justin por las escaleras a su izquierda; ahora Justin se encuentra en la entrada de la casa, aferrando su mano derecha a la puerta, apretando tan fuerte como si quisiera imprimirle, toda su rabia, todo su dolor, tristeza y miles de otras emociones que se agolpan por salir, pero más que nada esa (la emoción), que habita en ella como si quemara, como si fuera una gran urticaria incurable, esa, la que le da la sensación de que no hay nada que pueda hacer por más que lo intente, el resultado es el mismo,- !no¡ entiéndelo Justin, resígnate a quedarte abajo, no pierdas tu tiempo siquiera en pensar en levantarte- grita una voz silbante, mordaz, malévola-.

Pablo mira a Justin con ira, agita su mano, con acto seguido de dirigirse a donde ella esta, es irónico como sus ojos café están fijos en los de él, pero solo ve su maldita boca moverse, es Pablo realmente mi padre- piensa- ¿un padre, podría ser así con sus hijos?. Justin lo ve acercarse, aunque pareciera que lo retara con la mirada, en realidad esta ausente, se esta disputando entre irse o quedarse, ¿a donde voy a ir?, siempre es lo mismo, es cuestión de sobrellevarlo y ser más invisible.

  • ¿Me estas escuchando, niñita estúpida?- brama- te estoy hablando, inútil, nunca has servido para nada- lanza mordaz- entra inmediato y cierra esa puerta de mierda.

Si Justin necesitaba un impulso, este era el que necesitaba, su padre grito al par con la voz inclemente en su mente, la rabia se apodero de ella, no era una inútil, -¿nunca he servido?, pero si apenas inicia mi vida- se dice, Justin reacciona - no soy una inútil- grita, pero no es suficiente, siente que ha tenido que decir más. Tira la puerta, sale corriendo, mientras se dice - no llores, no llores- una y otra vez, a modo de amenaza.

Las calles están oscuras, tiene miedo, esta temblando, mira a los lados, pero no hay ni un alma. Diez minutos atrás dejo de correr, se encuentra unas cuadras más allá, en línea recta a su casa, no cree que Pablo venga por ella, no lo sintió correr tras sus pasos. Llega al final de la calle, se detiene en seco en lo esquina y vuelve sobre sus pasos, más allá se encuentra un grupo de tipos consumiendo sustancias ilícitas, de pronto siente alguien acercándose por detrás, la misma adrenalina del momento hace que se gire aprisa, -puede ser un colega de hierva, que se va al encuentro de esos tipos- se dice. Sorprendida Justin ve el error en el que estaba, su padre viene por ella, cruza la calle, Pablo va por ella, es el final de la urbanización, podrían pasar horas corriendo de un punto a otra, Justin se decide, si no lo hace Pablo la va atrapar, cruza de nuevo la calle, pasa directo por entre los drogadictos, no se detiene, por un momento siente miedo de que le puedan hacer daño a Pablo, se gira, ve ha uno empuñar un arma sin sacarla de sus shores, Pablo le hizo señas de que siguiera corriendo, en el arrebato los tipos no pusieron atención a Pablo, dándole chance a correr tras la esquina, Justin se volvió al frente, corriendo con todas sus fuerzas Pablo podría dar la vuelta al otro extremo de la calle y alcanzarla, doblo en la esquina contraria a los bandidos, cruzo a la calle a mano derecha, bajo por el cruce de esa calle, giro a la esquina siguiente y así fue zigzagueando hasta creer que Pablo no la encontraría.

Era la 1:30 am, quien demonios estaría por allí a esa hora, por lo menos un alma caritativa que la ayudara, si quizás pasara ¿ayudaría, una chica como ella?. Camino con sigilo por las orillas de la urbanización Pablo era un tipo inteligente la estaría esperando en la entrada del complejo. Vagando por las calles descubrió que estaba en la calle de Jeremi Ocan, -que cliché chico guapo americano, llamado "Jeremi"- se dice, sin percatarse que estaba sonriendo. Quiso saber que estaba haciendo Jeremi, busco su ventana, se fijo en la luz que contrastaba con la oscuridad, -quizás esta viendo la televisión o este en la computadora- medito - viendo youtube, ¿facebook quizás?, ¿con quien hablas Jeremi Ocan? - se pregunto sonriendo - Mario Jurado, Pablo Benítez, ¡oh no!- se desdibuja su sonrisa a una mueva de desagrado - Elisabeth Fuenmayor, quizás con algo de suerte la cretina de Mary Mitchells por fin aya terminado de acaparar su atención. De pronto Justin entristecio, como quisiera ser alguna de ellas, ser su novia, en ese universo paralelo, Jeremi la estuviera acogiendo en su casa, - eso si, cada quien en su cuarto- diría su madre. Él le estaría dando su apoyo, recordándole que no debe de hacer caso a las palabras de su padre. Tendría alguien que se preocupara por ella. Las lágrimas comenzaron abandonarlas, Justin sintió verguenza de que pudiera verla y se apoyo en la pared de la casa bajo un pequeño techado.

Es un fragmento de un nuevo proyecto que se me ocurrió hace días, se llama la promesa de un ángel de la guarda el concepto es que al final de la historia comprendan porque el título. En realidad llevo años queriendo subir y atreverme a escribir las historias que llegan a mi mente, por eso hoy me decidí hablar de Justin, espero que la amen, escribanme que les va pareciendo para mejorar.

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