En algún rincón de mi jardín

En algún rincón de mi jardín de cuyo nombre no quiero recordar, en pleno día de verano y bajo un sol resplandeciente, sobre las blancas nubes y las delicadas pinceladas del cielo azul; era hermosa aquella mañana de junio, donde el suave rocío refrescaba nuestro andar, las flores se abrían ofreciendo a la vista sus colores y pétalos perfumados, a lo largo de aquellos caminos de miles leguas, donde se encontraba nuestro querido amigo caballero de aventuras y grandes hazañas,Don Quijote junto con su inseparable compañero y fiel escudero Sancho Panza.

Ambos sobre aquellos caminos planeaban la próxima aventura que su inagotable imaginación nos traería; regresaban exhausto de su lucha contra unos gigantes de viento, mientras aquellos pintorescos personajes cabalgaban con aquella alegría. A lo lejos se encontraron a nuestro querido libertador de las Américas Simón Bolívar, quien junto a su gran amigo Miguel de Cervantes, sentados a la sombra de un frondoso árbol y con pluma en mano, escuchaban y escribían aquellas historias de aire libertario que sucedió por un lejano lugar llamado la Gran Colombia; el Quijote con su porte de caballero andante a Cervantes se dirigió.

-Querido amigo Cervantes de cuya pluma e imaginación nací, dichoso mi suerte de encontrarnos por aquí y ¿Quién es este valiente caballero que mis ojos observan delante de mi?, Cervantes responde: -Caballero andante, pues le presento al libertador de América, nuestro querido amigo Don Simón Bolívar, que a igual que vos miles de batallas venció y a la muerte engañó.

Aquellos cuatros personajes un fraterno lazo de amistad forjó y como valientes mosqueteros sobre el camino recorrió, a paso de vencedores y sobre gallardo andar miles de aventuras les esperaba sin parar. Mi amigo Sancho Panza un poquito rezagado se quedaba atrás, era el pobre burrito quien muy cansado trataba de andar, ya que no aguantaba el peso de aquel gordito panzón; el sol era inclemente y no perdonaba con su brillar, las lenguas afuera quedaban de tanto sudar, -¡Un río! exclamo Sancho Panza a lo lejos, - detengámonos un rato para refrescar, ¡buena idea! acertaron todos con sus cabezas apunto de estallar, los animales de pasto fresco disfrutaron, mientras nuestro amigos alegres recitales entonaban.

Bajo las sombras de un árbol Cervantes sólo se fue a pensar, muy cerca de nuestros amigo estaban unos personajes sin igual, una bella dama de buen porte y belleza magistral, adornada de flores y mil colores quien parecía una bella ave posar, sobre el suave césped sentada esperaba ver la obra terminar; dos genio de la pintura trabajando sobre sus lienzos sin parar, eran Velázquez y Goya quienes estaban compitiendo por un beso y una miradas fugaz; todos aquellos personajes con sus corazones que no paraban de tanto palpitar, estaban enamorados de la belleza de tan hermosa dama, un Quijote enamorado se imaginaba que era su linda Dulcinea -¡Oh!... ¡Amada y bella Dulcinea del toboso, eres tan bella que a mi corazón haces temblar!, aquella bella dama sonriente su rostro hizo sonrojar, -Creo mi gentil caballero que su memoria a de fallar, pues mi nombre es Frida Kahlo y no Dulcinea como me ha de llamar.

Todos aquellos presentes una carcajada soltaron, un Quijote enamorado a buena metida de pata a de pasar, don Simón junto a su corcel, la mano de aquella dama a de besar y un halago por tan singular belleza se escuchó entonar, en cambio Cervantes con la pluma empuñada por su mano la imaginación dejó volar y entre sueños y suspiros lindas letras a de dedicar, aquella Frida muy halagada se sintió rodeada entre tantos caballeros que hasta un suspiro profundo emitió y maripositas revoloteaban sobre su cabeza, cual enamorada se sitió, ¡Pero un momento falta alguien en este cuento! ¿Donde esta nuestro amigo Sancho?.

Vaya sorpresa este dormido quedó entre la fresca hierba y la sombra de un árbol, ya que su pancita llena quedó después de haber comido tanto, se ha comido las provisiones del pan, queso y hasta el vino se lo tomó, todos asombrados de ver las travesuras del gordito glotón; pero bueno... bueno...bueno... ya nuestros amigo Goya y Velázquez sus obras terminaron, echemos un vistazo como quedaron, Goya pintó al estilo Rococó mientra que Velázquez, un estilo barroco eligió, a ambos artista muy bueno les quedó, todos juntos como equipo a lo largo del camino y aventuras continuó, después de este maravilloso encuentro este grupo se formó y el "Equipo Cervantes" por nombre eligió .

Un beso y abrazo para todo el mundo porque este cuento ya se terminó.

Foto-edición y creación de personajes por:
@edurley