Cuando se consuman las velas(poema)

Deja que la noche sea testigo
Y apaguemos la luz,
esa que tanto nos molesta.

Aferrémonos a lo que somos:
dos cuerpos ociosos buscando
ser amados y conquistados.

Son las sábanas las que nos molestan.
Arrójalas, deséchalas, haz lo que quieras
pero vuelve a nuestro pliego: ¡La cama!

Objeto que dejaras blindado de tu olor.

Silencio;
deja que mis manos descubran
el universo que vive en ti.

Ven a descubrir el mío
que está esperando por el encuentro.

Romper las reglas y devorarnos en el instante.

Porque somos cuerpos en fusión;
complaciéndonos en cada esquina de la morada,
dejando rastros de fogosidad en ellas.

Como drogadictos en una saturada agitación;
Nos intoxicamos de una encantadora locura.