Tal vez usted sea una de las tantas personas que dicen constantemente: "¡Dios se olvidó de mí!". Quizás porque estás enfermo, o falleció un familiar, o tus padres te abandonaron, o tu esposo(a) se fue de tu lado. Tal vez porque te despidieron de tu trabajo o porque quedaste en la ruina de la noche a la mañana. No importa cuál sea la razón que te haga pensar de esta manera, lo importante es que quiero que sepas hoy que este mal pensamiento es uno de los más viejos trucos de Satanás para que le otorgues la culpa a Dios de tu desgracia; bien sea porque estás cosechando lo que sembraste, o que Dios te está poniendo una prueba, pero de que Dios se haya olvidado de ti es imposible.

El Señor dice:

Jesús dijo:

¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Santa Biblia Reina Valera 1960 - Lucas 12:6~7

La más grande señal que Dios te ama, y que no se ha olvidado de ti son las heridas hechas por los clavos en las manos de Jesús de Nazareth y que estás con vida hoy para leer este mensaje.