¿Quién era esa hermosa chica que todas las mañanas se paraba a saludarme? Todos los días, esta hermosa chica se acercaba a mí para saludarme cuando iba al trabajo, esta bella pelirroja, una chica hermosa que solía sonreírme y hacerme sentir bien, esta hermosa pelirroja que estaba allí sin falta temprano todos los días para conversar conmigo.

Aunque hablábamos de muchas cosas, nunca supe realmente quien era, no me dijo su nombre, no supe porque se acercaba a mí, porque me saludaba, porque conversaba conmigo o cuales eran sus verdaderas intenciones hacia mí.

Ella se acerco a mi y me saludó un día como común y corriente, recuerdo que era un día lluvioso, llevaba su paraguas y una capa impermeable amarilla, con sus botas rosadas, cuando la vi me pareció una chica muy linda y agradable, pero no tenía la intención de hablare porque tenía prisa, iba tarde al trabajo, sin pensarlo se acerco a mi y me saludo, yo le salude y seguí mi camino, me pareció algo extraño que se acercara directo a mi y me saludara pero yo no le di mayor importancia, aunque admito me alegre un poco.

Así pasaron los días y yo seguía encontrándomela todos los días en el camino, cada día que pasaba tomaba más confianza y conversábamos un poco más, la sentía muy cercana a mí, ella me contaba muchas cosas, me pedía consejos y a su vez yo hacía lo mismo, hablábamos por varios minutos hasta que llegaba el momento de despedirnos, que era cuando llegábamos a mi lugar de trabajo, allí con una tierna sonrisa y un “nos vemos mañana, que te vaya bien” se despedía de mí.

Mas de un año de esta extraña amistad, en la cual nunca supe su nombre, ni donde vivía o de donde era, ya que ella no me comentaba esa información a pesar de preguntársela en repetidas ocasiones, aun así, me sentía a gusto y feliz, hasta que un día de la nada desapareció.

Saber los motivos de su extraña aparición y desaparición siguen incomodándome un poco, me preguntaba cómo era posible que una chica tan linda se acercara a mi y se convirtiera en una persona especial, una persona tan cercana a mí, nos entendíamos tan bien y a pesar de esto desapareció de la noche a la mañana, sin dejar rastro alguno.

Después de un par de meses, Comprendí que ya no la vería más, acepte la situación y deseaba que todo le fuera bien, que su vida fuera como ella deseaba y que todo lo que anhelaba se hiciera realidad, aunque ella ya no está junto a mí, guardo todos los gratos recuerdos de ella, y espero algún día volver a encontrarla y conocer su nombre.

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