👦 La hija de mi jefe - Historia corta - Parte IV 🙎

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En el capítulo anterior

Dentro de mi cabeza siempre he creído que todos los jefes son iguales o peores que nosotros, la forma en que nos miran, la forma en que nos tratan, si fueran ángeles del señor serían un poco más humildes, pero no sé qué me ha ocurrido hoy, de todos los infelices que trabajan en esta oficina soy el elegido y aquí estoy haciéndole sonrisas a una jefe desconocida pero que fue la inspiración para que los artistas empezaran a pintar. Y aunque no me puedo quitar de la cabeza el que todos llegan a su cargo tan solo para sentirse mejor que cada uno de sus subalternos, no me importaría dejarme humillar por semejante belleza. Aunque debo estar equivocado, porque con ese rostro, con esa pequeña figura que parece que a la mínima vibración pudiera salir asustada como una mariposa, dudo que pueda ser una cabrona.
Judith se instala en su oficina, tras las ventanas se ve como habla con su madre.
— ¿Dónde demonios están los mezcladores?
Desde un rincón de la cocina alguien murmuró de manera poco discreta.
—Tú mejor que nadie conoces esta cocina, pasas más tiempo aquí que en tu cubículo— Una risa sarcástica acompañaba a la oración que había emitido uno de los viejos conocidos de José.
—Y si tú te fijaras mejor en tus números, no tendrías siempre los mismo rechazos y serias el hazme reír de los mensajeros señor, ocho loco —. Le dijo con una risa de desprecio mientras la mirada de José se dirigía hacia el bote de basura.

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—Tienes una lengua muy larga José, ojala la nueva jefa te haga barrer los baños con ella.
—Pues no creo que vaya a prestar parte de mi cuerpo para el aseo y mantenimiento de las instalaciones de trabajo aunque por lo que sé de ti David, me imagino que los debes conocer muy bien porque allí es donde se encierra tu mujer con los de seguridad, algo más de compañía, así sean parte de mi cuerpo no creo que le molesten.
—Wow Uds. dos dejen de provocarse y vuelvan a sus puestos. José no sé cómo haya hecho para terminar de asistente de la nueva jefa pero de seguro no durará mucho por sus gamberradas. Parece que por fin alcanzara lo que tanto ha querido.
—Cumplir con labores que no me corresponden siempre es lo que me ha caracterizado Súper. Fue una buena temporada de trabajo la que vivimos. Espero que no me tengas resentimiento por falsificado tu firma en un par de reportes.
—La empresa ganó, aunque la forma como haces las cosas, tienes que pensar José antes de actuar así.
— ¿Ah sí?— Le dijo con una expresión fría en los ojos.
—haz lo que quieras, algo me dice que David tiene razón.
—La ha tenido cuando nos vamos de putas, eso si se lo reconozco. —la última frase hizo que un par de cabezas buscarán en las entrañas de la cocina, de donde salía José aguantando la risa para que no se le cayera la bandeja.
Ahora es mi momento de brillar, que se den cuenta quien soy realmente, este día nadie se olvidara de que estuve trabajando en esta empresa.

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