¡Les presento a esta preciosa mamilaria!

Es un bello ejemplar, perteneciente a la familia Mammillaria Vetula. Son pequeños cactus que no llegan a crecer mucho, hablo de mucho por decir menos de diez centímetros. Son originarios de México.

Su cuerpo lo forma un tallo único, de los que se desprenden pequeños hijuelos, con sus mismas características. Sus espinas son radiales, no pronunciadas. Por lo que nunca te pincharan. Esta confluencia de sus espinas, hacen de él una coloración blanquecina.

Se reproducen muy fácilmente, mediante el transplante de sus hijuelos. Les gusta su exposición al sol. La tierra debe ser un compuesto entre compost y arena. Como todos los cactus les agrada su suelo con buen drenaje.

Aquí se observa uno pequeñito acompañando a otras familias.

Quise llevarme uno para mi consultorio, lo ubiqué cerca de un ventanal que recibe mucho sol, pero siempre, este ventanal, permanece cerrado. Observé que el cactus no crecía y por el contrario se estaba transformando ó ¿deformando?.

Esta es un solo tallo y todas esas prolongaciones deformes, son sus hijuelos.

Lo rescaté y volvió a casa, ahora retoma su crecimiento, pero un poco raro. ¡No les parece? Pero aun es bella para mí. Ya sé que no les gusta ambientes cerrados, por lo menos, no el de mi consultorio.

Gracias por leer mi blog. Que tengan un muy bendecido día.