Recreando mis sentidos / Lenguaje de la Naturaleza

La primera sensación que nos llega a nuestra conciencia es la vista y dentro de ésta nos enfocamos en los colores antes que en la forma, siendo el color el que nos abre la puerta a la sensibilidad,es por ello de vital importancia en todos los ámbitos de nuestra vida.

La variedad de aromas que el olfato percibe es un indicativo ineludible de disfrutar, y por qué no hablar de la diversidad de texturas, el frío, el calor que mantienen mi cuerpo activo para el tacto, confundiéndose con el sin fin de sonidos que a través de un pentagrama musical se mezclan para formar una bella composición de vida.

La multiplicidad de colores que nos brinda la naturaleza ha sido y será el regalo más maravilloso de Dios, que lo podemos disfrutar, apreciar y recrear por nuestra vista, ya que despierta en cada uno de nosotros sentimientos y emociones inmediatas capaces de controlar nuestra existencia.

Porque no disfrutar de la belleza que existe a nuestro alrededor, momentos en que logras hacer una toma y simplemente te encuentras diferentes emociones que conllevan a reacciones especiales tanto físicas como mentales.

La energía que nos proporciona el amarillo, así como la alegría e innovación que suele provocar nos abre paso a la creatividad y éxito que nos produce colores como el naranja.

Nos encontramos con un equilibrio en medio de esa gama de tonalidades de colores cálidos, con el contraste que produce el gris y el azul del cielo, provocando una especie de tranquilidad, serenidad y paz que ocasionan la tonalidad de los colores fríos, que solo la noche o el amanecer son capaces de estimular en el ser humano.

Encontrándome con este bello paisaje, justo donde las montañas de nuestra cordillera andina nos regala su grandioso atardecer, con precipitaciones propias de un periodo lluvioso de nuestra época climática.

No habrá sobre la Tierra ser humano que posea el sentido de la vista funcional, que no pueda apreciar un paisaje que nos indica el final del día, con nubes de escalas de grises que van creciendo poco a poco hasta no permitir el paso débil de la luz solar, que se va extinguiendo dando origen a la tranquilidad de la noche, evocando la soledad de unas calles vacías, pero con historias dignas de recordar de mi bella ciudad.

Nos encontramos en el camino con una variedad de colores que inspiran y descansan el alma, como el azul del cielo que nos transmite confianza,armonía ; otros como el rojo, asociado con la vitalidad, la ambición, la pasión; el amarillo, relacionado con la inteligencia, el conocimiento y no podía faltar el verde simbolizado íntimamente con todo lo natural. Estos son los colores que se detienen por un momento en nuestra conciencia.

Y como no relacionar esta gama de colores con las montañas de mi Tierra, si en ella observamos todo un circulo cromático pincelado, capaz de diluir toda pasividad acumulada pero con una magnificencia cromática espectacular de cualquier campo del mundo.

Así fue como recree mi sentidos, encontrándome con escenarios maravillosos que día a día nos regala la naturaleza, donde pude reconocer diversidad de colores expuestos en paisajes, siendo éstos los protagonistas de la historia que queremos contar.