Desgarradora realidad, crudamente retratada en tus líneas. Se cierra cada hendidura que podía proporcionar oxígeno.
Una montaña rusa de expectativas y desencantos, de supuestas acciones y dilaciones. Las corbatas y los salones de hoteles no saben de desgaste y tortura.
Nos quedamos sin opciones.
Gracias por el comentario compañero. Sí... Una realidad que nos invade en esta Venezuela de hoy. Pero seguro en algún momento esto cambiara. ¨No hay mal que duro cien años¨ Llevamos 17 =(