Sigo viva, aunque un poco destruida; aprovecho para contarles un poco de lo que me pasó la semana pasada y el porqué mi desaparición por aquí. Allá voy.

El domingo 1 de septiembre publiqué que me sentía mal y que me tomaba un descansito, luego bueno, ustedes saben lo que pasó con la caída de Steemit; pero volviendo a mi salud: el domingo empecé con molestias urinarias y como andaba sin dinero para comprar nada o ir al medico me hice las populares aguitas que lo curan todo. Ese día tuve un poco de fiebre y una vecina me dio una pastilla para resolver. Así para el día martes yo había ido empeorando de a poco y me empezó a doler el riñón derecho y las fiebres se volvieron altas, con escalosfríos y temblores.

Seguía sin dinero, así que el miércoles viendome febril, adolorida e inflamada (además con muchas nauseas) y sin comer porque en mi casa solo había lentejas y yo en mi estado las vomitaba, me puse averiguar en que ambulatorio, CDI o centro medico hospitalario gratuito me podría ver un doctor y hacerme un eco.

Las recomendaciones de algunos conocidos me llevaron a elegir uno, así que llamé a un tío y le dije me llevara.

Lo que allí viví me partió el corazón: la sala de espera llena de personas con paludismo, con vómitos, niños llorando que tenian sed y una señora agachada en un rincón llorando; lo peor es que nadie parecía verla. Yo llevaba 2 horas allí, no me habían atendido, tenía mucho dolor y no me podía acercar a ella; pero mi mamá se acerco a preguntar que pasaba y cual no sería su sorpresa cuando la señora le dijo que le dolía la cabeza y la vio sangrar por la nariz. Mi mamá se puso a pelear para que la atendieran y finalmente la pasaron.

Un rato después el resto de la gente armó un alboroto para que me pasaran ya que me estaba retorciendo del dolor; me pasaron. La doctora estaba sentada en un escritorio y ni siquiera se movió; preguntó nombre, edad y dirección y me vio con mala cara cuando se dio cuenta que no era de la zona (ya me ha pasado en otras partes que me dicen vaya al CDI más cercano a mi casa); me preguntó por qué estaba ahí y le dije: fiebre, molestia al orinar y cólico en el riñón. Su respuesta fue darme dos papeles, uno para un examen de orina y otro para un análgesico. Le pregunté por el eco y me dijo estaba dañado, le pregunté si me harían inmediatamente el examen y me dijo que no " que trajera la primera orina de la mañana". Anestesiada me fui a mi casa y luego pasé una de las peores noches de mi vida.