La Experiencia del Artístico momento
Ayer, cuando me dirigía al sitio de trabajo, observe un alboroto frente al centro comercial bastante cercano a mi empleo, donde se podía apreciar la distinguida vestimenta, tal vez anticuada, pero sublime; de un grupo de artistas que realizaban un encuentro artístico en la calle, curioso del evento, me detuve uno momento para percibir aquel acto tan divertido.
Aplausos, gritos y risas se apreciaban en el ambiente; los niños mostraban su rostro asombrados frente a los dramaturgos, sin embargo, la historia no se remonta en el juego o el frenesí del agradable momento, sino de la estrategia encubierta de los magos del robo; aquellos profesionales usurpadores de tesoros y joyas invaluables, a costa de los inocentes espectadores.
Recuerdo claramente, la joven y astuta que vagaba entre las personas robando los reloj, carteras y teléfonos inteligentes de cualquiera que presenciara el acontecimiento. "Es casi imposible darse cuenta”, como se tropieza con cada uno para desquitarte un objeto, algo casi mágico y preciso al instante. También fui víctima, pero cuando me percate, ya era demasiado tarde, pues había sido robado por esta desconocida.
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Donde con su piel blanca como la nieve, con aquellos ojos azules y su cabello castaño claro lograban, sin duda, la inocencia de sus actos. Me desquito sin piedad mi cartera, perdiendo absolutamente todo; mi dinero, tarjetas de créditos y papeles considerables. ¿Quién lo diría? Aquella chica de abrigo negro desgastado, llevando puestos uno tenis viejo y sucio; podía robar con tal sencillez. Desde luego, no fui el único, pues a mi alrededor se observó una cierta cantidad de personas que notaron el robo, pero sin culpables o indicios; es casi como buscar algo invisible he imposible de justificar.
No obstante, aun cuando fue ultrajada mi integridad, me siento asombrado por tales habilidades, tanto así, que olvide por completo la escena artística de los bailarines, porque no cualquiera usurpa algo que lleva una persona encima y sin que esta se percate...
Considero que de esta experiencia dulce, pero asimismo, amarga se aprende; a no bajar la guardia, siempre las malas intenciones abundan por el mundo, hasta en una tarima y encuentro lucrativo familiar... Hasta luego🔡