Los recuerdos de Kikito (Asumiendo responsabilidades)

jlufer (75)in #spanish • 5 years ago (edited)

Fuente: Álbum Familiar

Buenos días queridos amigos, aprecio de corazón la compañía que me brindan con sus lecturas. Los viernes son muy esperados por varios motivos, uno es la llegada de los hermosos días en que compartimos en familia y el otro es el momento de relatar los recuerdos de kikito.

Las actividades deportivas son muy importantes en la vida de los chicos, además de aprender una disciplina de juego, sirve para encaminar a los jóvenes y alejarlos de las malas compañías, las relaciones que se obtienen a través del deporte crea un estilo de vida mejor y hacen a los chicos más serenos y responsable.

En las publicaciones anteriores comente como el acercamiento a la vida deportiva cambio mucho a Kikito y su entorno, participar en el equipo de handball abrió muchas puertas. Comenzó a viajar por el interior de la provincia representando al colegio, una responsabilidad enorme para su edad.

Sin desear se volvió una figura pública, era muy común caminar por la verdea y ser saludado por personas a las que nunca había visto antes, o recibir regalos de personas que no tenía idea de quienes eran, esto era un gran compromiso, debía cuidar sus modales en la vía publica.

El deporte también favoreció su relación personal, ser conocido contribuyo en el acercamiento a la joven que tanto anhelaba, la primavera había llegado a la ciudad con un hermoso regalo ¡El amor de su vida! Su destreza en las vallas dejo a Batalla rendida a sus pies.

La etapa del primer enamoramiento no a todos los chicos los asienta bien, por lo general están distraídos descuidando todo, sin embargo, el amor en Kikito se acentuó muy bien, se volvió más tranquilo y receptivo, de carácter aplomado y muy servicial.

Todo el colegio solicitaban la colaboración del joven, las profesoras se sorprendían de la seriedad y responsabilidad de kikito. Su forma de ser incluso superaban a los adolescente del séptimo grado. Algo muy notable por su corta edad.

Kikito no podía creer. Ser un don nadie, al que todo el mundo esquivaba, pasó a ser quizás el joven más solicitado y no solo por las autoridades del establecimiento, lo hacían también los jóvenes que lo conocían, todos los tenían presenta a la hora de seleccionar jóvenes para algún tipo de actividades.

Las agrupaciones de jóvenes agendaban su nombre en distintas actividades para que estuviera presente, con la intención de reunir dinero para afrontar gastos, autoridades del deporte contaban con que esté presente en las aperturas del inicio de algún deporte.

Los profesores de gimnasia convocaban a kikito para que incentivara el deporte en las diferentes aulas del colegio, los chicos en el recreo lo buscaban para que participara en sus juegos, inclusos peleaban para que el joven estuviera en su equipo, un fenómeno nunca visto que sorprendía a todas las autoridades del colegio.

La escuela Misericordia estaba ubicada en el microcentro de la ciudad, la hora de entrada y salida de los alumnos provocaba un gran alboroto en el tránsito vehicular, convirtiendo la cuadra en una zona de mucho peligro para los chicos.

La directora convoco a una reunión a los profesores y ver que podían hacer para contribuir con el municipio para ordenar el tránsito y proteger a los alumnos de posibles accidentes, los maestros estuvieron de acuerdo en formar un cordón hecho por los alumnos de sexto y séptimo grado.

Una vez establecido el sistema de protección reunieron a kikito y los alumnos de los cursos superiores para informar que estarían bajo la supervisión del joven, en la actividad de cordón humano para ordenar el tránsito vehicular.

Los jóvenes mayores entendieron la situación y colaboraron con el trabajo, sorprendiendo a todos, jamás hubieran pensado que aceptarían las indicaciones de un joven varios años menor. Kikito recibió todo en entrenamiento y fue capacitando a cada uno de los alumnos.

El cordón humano, consiste en organizar la salida de los alumnos en una única dirección para pasar la calle, el cordón detiene el tránsito vehicular por algunos minutos, una vez acumulado varios vehículos, detuvieren el paso de los chicos, habilitando el tránsito.

Aunque parece una tarea sencilla, es muy complicado, en el sistema intervienen personas y hay que saber informar y manejar sus estados anímicos para que no se arme un caos y termine en discusiones al cruzar los alumnos.

Mantener el orden y la tranquilidad era muy estresante para los jóvenes que cuidaban el paso, por este motivo. Kikito se paraba solo entre el tránsito y el cordón ocupándose de estables tiempos equitativos en el cruce, de esta manera los automovilistas respetaban y entendían el trabajo que estaban haciendo los jóvenes.

Mientras todos se estresaban ante la situación de detener el tránsito y coordinar el paso de lo más pequeño. Kikito se divertía con la situación, sabia y atendía que el trabajo que estaban realizando era muy importante para la comunidad.

Liderar el cordón humano para organizar el tránsito vehicular. ¡Era asumir una gran responsabilidad!