El jueves a las 15:00 hrs de la tarde, Luis Alberto se encontraba en el gimnasio y recibió una llamada en su celular, era Julio Zambrano, uno de los supervisores de la seguridad de sala, él tenía poco tiempo en el cargo, y llamaba siempre a Luis Alberto para pedirle consejo en relación a un tema específico.

-¡Hola Luis Alberto!, ¿Cómo estas?, disculpa que te interrumpa; pero no me vino el grupo completo, y tengo un problema, tu me podrías ayudar.
-¡Claro, Julio, no faltaba más, cuéntame que ocurre!, respondió Luis Alberto.
-Pues, solo tengo un oficial de sala, a esta hora esta llegando mercancía para Alimentos y Bebidas, y en la caja van hacer un traslado de efectivo desde la caja principal a la caja de máquinas, no puedo dejar la puerta principal sola. ¿Qué puedo hacer?, preguntó Julio Zambrano.
-Ok, encárgate de recibir la mercancía por la puerta de acceso de personal, así el oficial de acceso puede firmar la orden y tu le das acceso al deposito, el oficial de la puerta principal que no se mueva de allí, la puerta de acceso al hotel la vas abrir a las 5 de la tarde, y para el procedimiento del traslado de efectivo, te apoyas con las cámaras; ¿entendido?
-Pensaba en hacer el traslado primero y después recibir la mercancía, gracias Luis.
-Antes de colgar transfiere la llamada a C.C.T.V, para que no te miren feo cuando les pidas el favor, de todas maneras a las 5 debe entrar, José y Javier, cualquier de los 2 te pueden apoyar para cuando abras la puerta de acceso del hotel, Vaya hombre, transfiere la llamada, dijo Luis Alberto.

En monitores atendió Patricia, era una de las 2 mujeres en las cámaras, venía de ser dealer de otro casino, Laurence la contrato porque él quería tener mujeres en el equipo. En cierta forma las mujeres por su instinto maternal desarrollan un sexto sentido que a los hombres les cuesta desarrollar.

-Monitores, Buenas tardes, en que le puedo servir, dijo Patricia al levantar el auricular.
-Hola Patricia, buenas tardes, habla Luis Alberto.
-Hola, Jefe; ¿Cómo estas?, cuéntame, a que se debe tu llamada.
-Todo bien, escucha; por allí van a hacer un traslado de efectivo desde la caja principal hasta la caja de máquinas, apóyalos con la cámara, llama al supervisor de caja y explícale que no tienes personal en la sala hasta las 5 pm, que por hoy vamos hacerlo así. Otra cosa, ¿cuanto fue la recaudación de billetes de máquinas?, dijo Luis Alberto.
-La recaudación de billetes fueron 8.750.000, y metieron en los mismos aparatos, de siempre 3.900.000 Bs falsos.
-¡Queee! Exclamo Luis Alberto.
-Si, jefe casi el 50 % de recaudación.
-Bueno, pendiente allí de las máquinas hasta las 5 pm, cuando lleguen José y Javier, uno de los 2 que baje a la sala a ayudar a Julio, y tú puedes quedarte hasta las 9 pm, dijo Luis Alberto.
-Si, jefe yo puedo quedarme pero solo hasta las 9 pm, respondió Patricia.

Se despidieron y Patricia llamó a la supervisora de caja para decirle lo que le había dicho Luis Alberto.

-Buenas tardes, habla Rocío.
-Rocío, soy Patricia, ¿cuanto vas a trasladar en efectivo para la otra caja?
-Chica, son 5 millones pero en billetes de baja denominación, el cajero de allá no tiene para cambios.
-Luis Alberto me dijo que hicieras el traslado, y yo te sigo desde aquí con la cámara, porque en la sala no vino el personal completo, dijo Patricia.
-Ok, entonces voy saliendo para allá, está pendiente.

Rocío colgó el auricular, y entró en la bóveda para sacar el efectivo que necesitaba, lo metió en un sobre, puso el sobre de los billetes encima del mostrador, y salió de la caja tomando nuevamente el efectivo, abrazándolo contra su pecho salió caminando a paso acelerado, en dirección de las máquinas. Había una distancia de aproximadamente unos 100 metros entre una caja y otra. Patricia estuvo siguiendo con una de las cámaras con mayor alcance y cobertura de la sala principal, hasta que pudo con el panel de control cambiar a la cámara con visión a todo el parque de máquinas.

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Llego Roció a su destino y le entregó el sobre al cajero que se encontraba allí, accedió al interior de la caja para atender a los clientes mientras el cajero contaba y ordenaba los billetes por denominación.

Patricia por su parte, dejo de seguir a Roció, una vez que entró a la caja, y con la cámara que estaba más alta, comenzó a ver los jugadores asiduos a las máquinas, mientras giraba el dispositivo con el jostick vió un hombre trigueño, de estatura alta como de 1, 80 mts, vestido de pantalón jean desgastado, una camisa estilo hawaiana, y zapatos de cuero negro, estaba jugando en una de las máquinas que estaban marcadas en el mapa del sector, y según el mapa, este aparato tenía 6 “X”, sin contar el día anterior.

A Patricia le llamó la atención que este hombre llevaba una carpeta forrada, como el estuche de una laptop, y veía hacia los lados en algunas ocasiones, en reiteradas oportunidades se acercó a hablarle una mujer joven, rubia, de 1,60 mts, aproximadamente, vestida con una minifalda blanca y un escote de color negro, y la mujer recogía las monedas de la bandeja de la máquina donde estaba el hombre.

Ella observaba el lenguaje corporal de la pareja, eran las 16:30 según el reloj principal, después se acerco a el hombre, un joven de unos 20 años aproximadamente, de piel morena oscura con contextura gorda, llevaba una gorra muy cerrada, pantalón negro de vestir pero sus zapatos eran deportivos y llenos de barro, como sí hubiese pasado por un lodazal, cuando saludo al hombre le entrego un cuaderno que se veía desde la cámara, con un abultamiento interno.

El hombre de la camisa hawaiana tomó el cuaderno desde la parte de arriba apretándolo con sus dedos, y abrió la carpeta para meterlo en su interior.
Enseguida se escuchó la puerta de acceso de monitores abrirse, era Javier quien entró al lugar.

-Buenas tardes Patricia, dijo saludándola con un beso en la mejilla.
-¿Cómo estas, chico? ¡Tienes cara de sueño!
-No pude descansar bien, pero que novedades hay.
-Que mal, bueno; en resumen llamó Luis Alberto y dejo dicho que cuando llegarás tú o José que uno de los dos bajara a prestar apoyo en la sala. Y acabo de ver esto en la sala de máquinas, enfocando a su vez con la cámara al trío de sospechosos.
-Increíble la cantidad de billetes falsos, José no ha llegado, vamos a decirle que baje a la sala y así trabajamos juntos. ¿Qué opinas? Dijo Javier.
-Esta Bien, pero antes voy al baño, a tomar agua, y voy hacer un café para los dos, dijo Patricia.

Sonó el teléfono, y era José llamando desde Time Keeper (acceso de personal), Javier le dijo que se quedara en la sala apoyando, porque no había personal en la sala.

-¡Ok, pero voy a subir a tomar café!, ¿ya hiciste café? Preguntó José.
- Patricia lo esta haciendo, sube para que también sepas las novedades del día, dijo Javier.

A las 21:30 hrs, se escuchó por radio, “Entrada de Halcón 1 y Halcón 2”, José buscó con las cámaras fijas, el acceso de personal y vió que iban caminando por el pasillo de servicio hacia la sala principal, el señor Laurence junto a Luis Alberto, ambos vestidos de traje y corbata.
Pasaron al Restaurante y se sentaron en la mesa acostumbrada por ellos. Hicieron el pedido de la cena al mesonero, Luis Alberto se levantó de la mesa hacia el bar, y llamó a monitores usando el teléfono de allí.

-Buenas noches, Respondió Javier
-Buenas noches, ¿Cómo estás, Javier? Preguntó Luis Alberto.
-Todo bien, jefe. ¿Vas a subir ahora?
-Voy a cenar con Laurence, y subimos al terminar, hay alguna novedad en especial, dijo Luis Alberto.
-Hay unos tipos sospechosos en las máquinas, están desde temprano, ya le tomamos las fotos.
-Muy bien, pendiente con eso, ¿Cuántos son?
-Eran 3 personas cuando yo llegue pero parece ser que hay 2 personas más involucrados, que llegaron hace 5 minutos, dijo Javier.
-Ok, chequeen las grabaciones anteriores para ver si concuerdan sus visitas, con los días que entraron los billetes falsos, hablamos ahora. Dijo Luis Alberto trancando el teléfono.

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Laurence y Luis Alberto estaban sentados en la mesa mas cercana a la puerta de servicio, desde allí se podía visualizar toda la sala, la puerta principal y gran parte del salón de máquinas. Terminaron de cenar y se levantaron para ir hacia monitores.

Cuando entraron a monitores, saludaron y Laurence entró directo a la oficina, mientras que Luis Alberto se quedó recibiendo las novedades. Él observaba la actitud de los sospechosos de las máquinas. Se sentó en una de las sillas y pudo determinar que era una banda de 6 personas, 2 de ellas mujeres.

-¿Que vamos hacer? ¿Vamos a echarles el guante y los sacamos de una vez? Preguntaron José y Javier.

Luis Alberto guardo silencio mientras observaba con detenimiento el “Modus Operandi”, que consistía en que los 4 hombres estaban dispuestos en las máquinas ya acostumbradas, y las mujeres se encargaban de recolectar las monedas en los vasos recolectores para cambiarlas luego por efectivo, 100 monedas eran equivalentes a 500.mil Bolívares, uno de los hombres, el mas joven que tenía una gorra ceñida, y era difícil ver su rostro, se encargaba de distribuir los billetes, sacándolos de la carpeta forrada que llevaba debajo del brazo.

-¿Revisaron las grabaciones?, preguntó Luis Alberto.
-¡Si, son ellos! Entraron todos los días que hay billetes falsos, dijo Javier en tono molesto.
-Saquémoslos ya. ¿Qué vamos a esperar?, dijo José.
-¡Aún no!
-¿Qué vamos a esperar, jefe?,preguntó Javier
-Vean mas allá de sus narices muchachos, el 4to individuo es un señor de 50 años quizas más, debe ser familiar de la muchacha morena, las veces que ella ha cambiado efectivo, le lleva a este señor los billetes verdaderos, y él esta enviciado, ha depositado por lo menos 2/3 de lo que ha recibido, Vamos esperar un poco, pide el conteo de clientes hasta ahora José, por favor, y dile al supervisor de seguridad de sala, que saque lo más que pueda su personal del sector, soltemos más carnada que "la avaricia rompe el saco", dijo Luis Alberto

-Adelante control 1 para monitores, dijo José en el radio.
-Informe, monitores para control 1.
-Indicame el total de clientes hasta las 23:30 hrs
-van 930 clientes, respondió el joven de la puerta mirando su contador manual.

Luis Alberto entró en su oficina y cerró la puerta.

Laurence estaba escribiendo un informe para la gerencia internacional de Seguridad y Riesgos.

-Laurence, te informo que hay unos tipos sospechosos en la sala de máquinas, y concuerdan según las grabaciones, sus visitas con los días que recibimos los billetes, dijo Luis Alberto.
-¿Que harás?, preguntó Laurence.

Laurence, sabía que hacer, pero quería conocer la opinión de Luis Alberto.

-Creo que sí los sacamos forzadamente, buscaran la manera de meterlos con otros clientes, ahora bien, si sacamos los contenedores de las máquinas que ellos ocupan, se sentirán en descubierto, así se irán por su cuenta.
-Muy bien. Veamos la reacción, dijo Laurence cerrando su laptop, seguidamente salieron hacia monitores.
-Ubica a Roberto el jefe de máquinas y me lo pasas, le dijó Luis Alberto a José.

Luis A. tomo el auricular con la llamada del jefe de máquinas.

-Buenas Noches Roberto.
-Hey, Luis Alberto, ¿Cómo estas?, dijo Roberto.
-Voy al grano, vamos hacer un procedimiento, necesito que colabores por favor, saca los contenedores de las máquinas que te va decir el Supervisor de seguridad de Sala.
-Ok, ¿y eso?, preguntó Roberto.
-Después te explico.

Luis Alberto cerró la llamada y marcó a la oficina de seguridad de sala, recibiendo un papel de manos de José, que tenía escrito las máquinas donde se encontraban los clientes sospechosos.

-Buenas noches, habla Suárez, dijo el supervisor de sala.
-Hola, Suárez, habla Luis, por favor, ve con Roberto y saca los contenedores de efectivo de las máquinas Nº 84, 88, 94, 96 a la 102, llévalos al cuarto de conteo, y por favor ubica dos oficiales frente a ese grupo de máquinas.
-¡Ok, voy en camino!, exclamó Suárez.

Mientras, en C.C.T.V (Circuito Cerrado de Televisión) estaban los 4 operadores, junto a Luis Alberto y Laurence, a la espera de ver todo lo que ocurría en la escena con los sospechosos. Llegaron al sector, el Jefe de Máquinas con las llaves, y junto a él iba una anfitriona con el carrito para trasladar los contenedores, detrás iba el Supervisor de Seguridad, Miguel Suárez. En el primer aparato que abrieron se encontraba el hombre de la camisa hawaiana, y a su lado la muchacha rubia, que se puso en actitud nerviosa cuando vio los oficiales alrededor, los otros tres hombres se encontraban en las máquinas siguientes y cuando sacaron los aparatos, uno de ellos comenzó a mover sus piernas como sí tuviera un tic nervioso; el hombre mayor, descargó las monedas y fue hacía la caja para cambiar lo que tenía, el cajero le entrego el efectivo que eran 245.000 Bs, la muchacha morena al sentirse en descubierto, se quería marchar sin cambiar las monedas y cuando llegó a la puerta principal, el oficial le dijo que debía hacer el cambio pertinente en caja, ella le dijo que iba a su carro a buscar algo, dejando el vaso con las monedas en el buró principal, se retiró y no regresó, los otros 4 clientes que quedaban incluyendo a la mujer rubia salieron del casino sin causar problemas.

Luis Alberto bajó al cuarto de conteo a verificar el efectivo junto con la supervisora de caja. Solo había 80 billetes falsos, y todos eran de 20.000 Bs. Cuando regresó a monitores, felicito al equipo de operadores por el trabajo realizado.

Así fue como en el Departamento de Seguridad bajo la dirección de Luis Alberto, pudieron detener a una banda de estafadores. Quienes al retirarse de la sala, fue prohibida su entrada nuevamente por órdenes de la Gerencia de Seguridad.
Los receptores solo reconocían los billetes por el color, esto permitió que los estafadores tuvieran éxito al introducir los billetes, según el informe de seguridad que entregó Luis Alberto, esta acción no afectó la ganancia de las máquinas, pudieron afinar mejor el escáner de billetes en los días siguientes con el departamento de programación, a tal punto que si un billete estaba roto o doblado en una esquina, la máquina no aceptaba el billete. Por otra parte el Gerente de Juego Jordi Hernández, no estaba implicado en la estafa, supo de los billetes porque Rocío; la jefe de caja le comentó en una ocasión fuera de las instalaciones.