Hay un silencio que aprecio mucho: el de la paz interior, la contemplación, el pensamiento... Pero de ese no se trata en tu poema, sino de uno de los más terribles y repudiables: el del miedo, la indiferencia, la pasividad...
Tu poema es muy cargado emotivamente, como es de esperar. Hacerlo al modo de poema quizás le da mucha más fuerza por el tono y ritmo de las palabras (en algún verso sentí que podía no sobrecargarse, limpiarse un poco). Es un texto eficaz en su propósito propio. Saludos, @amandaj.
Gracias, tu llamado de atención sobre la estructura lo tomo siempre en consideración.
El silencio que plasmé está en muchos rostros inocentes, un silencio empañado por el temor y no saber qué hacer.