En el año 2030 el 30 % de los trabajos serán reemplazados por la inteligencia artificial
Se estima que en 12 años el 30 % de los trabajos que actualmente realizamos los humanos serán reemplazados por máquinas con inteligencia artificial (IA) de acuerdo a un estudio llevado a cabo en Estados Unidos por McKinsey Global Institute, publicado en diciembre de 2017. En otras palabras, el desarrollo de la inteligencia artificial representaría la pérdida de 70 millones de puestos de trabajo solo en Estados Unidos.
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Las máquinas serán mejores que los humanos
Se prevé que las máquinas serán mejores que los humanos en un sinnúmero de tareas tanto manuales como cognitivas. La automatización producirá muchos menos errores, mejorando sustancialmente la productividad y la calidad de los bienes y servicios vendidos por las empresas.
Los investigadores del McKinsey Global Institute estiman que, para el año 2030, la demanda de personal administrativo caerá un 20 % y del personal que realiza trabajo físico un 30 %, especialmente en los sectores de manufactura, construcción e industria alimentaria, entre otros.
El gráfico a continuación ilustra claramente cuáles serían los sectores más afectados por la irrupción de la inteligencia artificial como una tecnología destinada a reemplazar puestos de trabajo humano para dejarlos a cargo de las máquinas.
Imagen: Weforum.org
Los autores del estudio afirman que esta profunda transformación laboral será similar a la ocurrida a principios del siglo XX cuando la actividad agrícola rural dio paso al desarrollo de la industria en las ciudades.
Las personas que realicen trabajos creativos –músicos, pintores y otros artistas– o que requieran de interacción humana significativa –abogado, profesor, médico, gerente, etc.– se verían relativamente inmunes a la automatización, se espera que sus oficios no sean reemplazados por la IA en el corto o mediano plazos.
Trabajos perdidos y trabajos ganados
En la primera década del siglo XIX apareció en Inglaterra una banda de agitadores llamados "luditas" quienes se dedicaron a destruir maquinaria agrícola y manufacturera con el objetivo de no perder sus puestos de trabajo. Como era de esperarse, a pesar de su resistencia, lo luditas no pudieron detener el desarrollo tecnológico y, en muchas casos, sí se perdieron fuentes de empleo.
El pensamiento de que el avance de la tecnología reduce las oportunidades de empleo es bastante común en nuestros días. Recientemente, por ejemplo, en el mundo del taxismo "formal" hemos visto el surgimiento de grupos "neoluditas" que atacan a conductores –y no conductores, si sospechan que lo son– de Uber o Cabify porque consideran que estos servicios informáticos –que son agregadores de transporte– representan una amenaza para la continuidad de sus trabajos. Estos neoluditas no entienden que la tecnología genera nuevas oportunidades de trabajo y de creación de riqueza.
De acuerdo a un artículo publicado en el blog del Foro Económico Mundial, se podrían crear hasta 280 millones de nuevos empleos gracias al aumento del gasto en bienes de consumo –fabricados con la ayuda de la IA– y otros 85 millones de empleos gracias al gasto en educación y salud.
¿Qué ocurrirá en Latinoamérica?
Considero que, para alivio momentáneo de muchos, el impacto de la inteligencia artificial en el mundo laboral será mucho menor en Latinoamérica que en los países del primer mundo. Usualmente, nuestra región lleva un retraso de al menos 10 o 15 años en la adopción y masificación de la tecnología. Dicho esto me atrevo a afirmar que en América Latina se empezará a sentir los efectos de este fenómeno a partir del año 2040, especialmente en el sector privado el cual debe adaptarse a las transformaciones tecnológicas para no perder competitividad y eventualmente desaparecer.
Por otro lado, el sector público, usualmente reacciona con mucha más lentitud a los cambios tecnológicos, económicos y sociales ya que vive en un constante anacronismo, por tanto no veo mayores cambios en este ámbito durante las próximas décadas, salvo en la gestión de la cobranza de impuestos que, en manos de la IA, puede convertirse en un instrumento perverso de extorsión y persecución.
¿Qué podemos hacer para no quedarnos atrás?
A pesar de que lo que voy a decir es un cliché, las políticas públicas relacionadas con la educación, el emprendimiento y la libertad económica son decisivas para asegurar que nuestra región no se vaya quedando atrás –como sucede normalmente– en este y otros ámbitos de trascendencia.
Este tema es demasiado importante como para dejarlo exclusivamente en manos de políticos retrógradas e irresponsables. Si bien es cierto que las políticas estatales afectan significativamente a la sociedad en su conjunto, y muchas de ellas representan barreras y trabas en lugar de ayudas, no es menos cierto que las iniciativas privadas individuales bien logradas pueden tener un efecto multiplicador teniendo en cuenta que el todo es más que la suma de sus partes.
Gracias a la revolución informativa propiciada por el Internet las personas tenemos acceso de primera mano a conocimientos de vanguardia y a los últimos desarrollos tecnológicos en todos los ámbitos. Desde esta perspectiva, es ingenuo e irresponsable pensar que la educación formal –que igualmente lleva décadas de retraso– en manos de universidades estatales o privadas controladas por los gobiernos es una buena alternativa. Internet nos ofrece un sinnúmero de opciones de aprendizaje, muchas de ellas sin costo y otras a un costo razonable como para seguir dependiendo exclusivamente de la anacrónica educación formal.
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La inteligencia artificial y blockchain
El estudio del McKinsey Global Institute no contempla el impacto adicional que generaría la tecnología de la cadena de bloques –blockchain– en conjunto con la inteligencia artificial.
Desde mi punto de vista, la cadena de bloques es lo que le hace falta a la IA para desarrollar todo su potencial. Las cadenas de bloques que permiten la ejecución de contratos inteligentes como Ethereum, Cardano, NEO, Lisk, entre otras, permitirán que las máquinas tengan personería jurídica propia, es decir, que puedan ser dueñas de sí mismas y trabajar para sí mismas.
Un contrato inteligente es código de software descentralizado almacenado y ejecutado en una blockchain que mueve dinero basado en una o varias condiciones. Es, al mismo tiempo, el acuerdo y la ejecución, la gobernanza y la ley.
Imaginemos un vehículo autónomo que trabaja para plataformas de transporte como Uber o Cabify, y que ejecuta automáticamente uno o varios contratos inteligentes que le permiten funcionar con total autonomía sin depender de la voluntad humana. El vehículo, por sí mismo, pagaría por su combustible, su seguro vehicular, su matrícula, sus mantenimientos, sus impuestos y, del mismo modo, recibiría automática e instantáneamente los pagos por los servicios que presta a las plataformas de transporte –que deberían funcionar también bajo un modelo distribuido basado en la cadena de bloques–. Este es uno de los muchos ejemplos que me vienen a la cabeza en relación a la IA y blockchain trabajando en conjunto. Este es un tema verdaderamente apasionante del que hay mucha tela que cortar como para tratarlo en un par de párrafos.
Para concluir, las personas debemos estar preparadas para un futuro laboral que está evolucionando muy rápidamente, el cual demanda la adquisición casi instantánea de nuevas habilidades y conocimientos, por tanto no debemos depender exclusivamente de lo que la educación formal nos puede brindar. Los trabajadores debemos revaluar las nociones tradicionales del trabajo en cuanto a la función que desempeñamos, la ubicación geográfica y cómo nuestros talentos y capacidades aportan a nuestra actividad a la luz de los vertiginosos cambios que son una necesidad y una constante.
Juan Francisco Bolaños
steemit.com/@juanfb | busy.org/@juanfb
Referencias:
- Bolaños, Juan. (2018). Los contratos inteligentes desafían a la jurisprudencia. Quito, Ecuador: Steemit.com. http://bit.ly/2GbubkZ
- Manyika, J., Lund, S., Chui, M., Bughin, J., Woetzel, J., Batra, P., Ko, R., Sanghvi, S. (2017). Jobs Lost, Jobs Gained: Workforce Transitions in a Time of Automation. San Francisco, CA: McKinsey Global Institute. https://mck.co/2xgaipN
- Parra, Sergio. (2018). Un nuevo estudio dice que el 30% de todos los trabajos serán suprimidos en 2030 por la IA. Ginebra, Suiza: Weforum.org. http://bit.ly/2ISAFn5
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Me parece excelente este artículo, es lamentable que algunas publicaciones con la calidad que esta presenta, muchas veces pasen desapercibidas y no reciban la remuneración que se merecen.
El tema me resulta muy interesante, ya que soy informático de profesión, aunque creo que debería serlo igualmente para todos las personas, ya que la revolución que esto puede y creo que obligatoriamente ocasionará tarde o temprano, cambiara drásticamente el modo de vida de los seres humanos, pues quizás no en solo en 12 o 20 años, pero si en algún momento de este siglo, seguramente los humanos no requeriremos de la fuerza física para desempeñar casi ninguna labor, sino únicamente del intelecto y el trabajo podría ya no será visto como algo que todos deberíamos hacer, por el contrario serian pocos los que lo hagan, ya que solo algunos genios por la satisfacción propia de contribuir al avance tecnológico serían capaces de superar a las maquinas únicamente por su ingenio.
Incluso es posible que ya no sean necesarios los inventos producidos por los seres humamos, ya que habrá inteligencias artificiales, en capacidad de generar avances tecnológicos e idear nuevas soluciones a los problemas de la sociedad. Llegado a ese punto, el peligro que hemos visto como simple ficción en numerosas películas, sería algo muy a tomar en cuenta, me refiero a la posibilidad de que estos sistemas inteligentes dejen de obedecer a la humanidad y pasen a ser sus opresores, por lo tanto, habría que anticiparse a eso y comenzar a idear formas de evitarlo, actualmente personajes como Elon Musk ya están comenzando a dar pasos en esa dirección.
Saludos, gran post.
Hola Néstor, ¡qué gran comentario! Muchas gracias por tomarte el tiempo.
Coincido con tu criterio, considero que en vista del desarrollo tecnológico tan vertiginoso que estamos viviendo, es muy probable que la adopción de esta tecnología ocurra rápidamente. Obviamente, se dará primero en los países desarrollados, luego de algunos años sucederá lo propio con los países en vías desarrollo.
En algún momento temo que Skynet pueda hacerse realidad, las máquinas se "liberarían" del control humano y, eventualmente, podrían volverse en su contra. Hoy por hoy, es un tema de ficción, sin embargo, podría hacerse realidad.