Cierra la puerta del Dolor

Las puertas dan acceso a los lugares a los quieras ir o llegar. Es decir la figura que permite que se comuniquen dos partes especificas de un lugar.

Las estructuras de las casas, de edificios están compuestas por puertas.

Digo esto a manera de introducción porque de lo que voy hablar ahora son de todas aquellos daños del pasado que están latentes en tu vidas y se comunican constantemente a ti mediante la puerta que has decidido dejar abierta.

Y es un espacio libre por donde vuelve entrar el pasado. y todas aquellas experiencias negativas que por un momento de tu vida quizás pasaste, como el fracaso, al engaño, la desesperación.

Y a todas esas cosas le has dicho que sí mediante la puerta abierta de tu corazón. Tú y yo sabemos que eso no te hace bien. Porque lo le has dado acceso fácil y sencillo. Es aquella vocecita que puede llegar en cualquier momento a tu vida para continuar dañándote, trayendo recuerdos que quizás puedan tortúrate o inclusive dañarte un hermoso día.

Pues yo vengo a decirte que es hora que cierres esas puertas.
Basta de dejar ese acceso a lo malo.

Ciérrale la puerta el dolor y a las maldiciones y abre la puerta a nuevas experiencia, ábrete a la bendición, a todo lo bueno que te espera allá adelante y que debes tomar porque son tuyos, pero que no lo podrás tomar mientras dejas el libre acceso a tu vida a aquellos monstros que que te atan a tu pasado.

Es hora de perdonar lo que paso y seguir.

Es hora de dejar a un lado todo aquello que no te beneficia en nada y abrirte a lo mejor.

Es hora de cerrar la puerta al dolor.