Hoy quiero compartir con uds lo que fue mi experiencia el día de la madre. Tengo una hija que tiene 16 años, ella desde que aprendió a manejar un lápiz, un color y un papel no deja de hacerme cartas, dibujos, tarjetas, todo lo que se le ocurra; como no tengo un lugar específico para guardar todo lo que me hace, por donde quiera tengo un dibujo, una nota de ella. Aún cuando ya tiene 16 años no ha dejado la costumbre de hacerme sus dibujos, cartas y notas; es muy detallista.

Este domingo pasado celebramos en Venezuela el día de la madre, por supuesto que no me iba a escapar de los bellos detalles que mi hija me tenía reservados. Yo pensé que al crecer todos estos bellos detalles iban a desaparecer, ya no más tarjetas ni regalos hechos por ella, pero no fue así. Me preparó las acostumbradas mañanitas que siempre me ha cantado, pero esta vez (ya desde hace tiempo lo hace) tocado en su violín, hizo un enorme cartel donde me daba un hermoso “happy mom’s day”, también una hermosa tarjeta y una flor de palpel, y mando hacer junto con unos amigos nuestros, unos ponquesitos; es hermoso cada año ver como de manera sencilla prepara todo para hacerme sentir lo especial que soy para ella.

No más palabras, le doy muestras por medio de fotos tomadas con mi teléfono y el de ella de todas las cosas bellas que me preparó.