Buenas tardes Don Tino como esta usted?

Buenas tardes pobre hombre de donde vienes por ahí?

Ve como vienes pobre hombre, pálido traes los labios blancos del hambre y la sed. -Voy al pueblo Don Tino contesta el visitante, luego Don Tino le dice agarra esa totuma y toma agua del tambor que esta ahí, no tengo comida pero ya vamos a cocinar para que comas algo ante de que continúes para el pueblo.

Así era Celestino Tremaría con la persona que llegaba a su Finca el Torreón ubicada a unos 20 km de la población, y a la cual el con mucho agrado brindaba su hospitalidad. Seguidamente le decía oye pobre hombre agarra una gallina de esas que están en el patio y mátala, saque un palo de yuca y agarre una auyama que ya vamos a hacer un sancocho, pá que no se valla desmayar de hambre en el camino.

Lo curioso era luego vaya pobre hombre agarre aquella olla y los platos los cuales estaban tirados en el suelo, al estar la comida decía sírvase usted mismo lo que quiera y repita que eso es para usted, una vez que el visitante había comido le dice gracias Don Tino ya voy a lavar el plato y la olla, inmediatamente Don Tino respondía no se preocupe pobre hombre ponga eso en el suelo que los perros lo dejan limpiecitos y así no gastamos agua en eso y usted no pierde tiempo lavando, !no vio como estaban cuando los agarro¡.

Por esa razón muchas personas que pasaban por el Torreón despreciaban la hospitalidad de Don Tino, Posiblemente el hacia eso con el propósito de evitar que la gente se acostumbrara a recibir su hospitalidad.

La Hospitalidad de Maldonio Medero

Maldonio vivía con su esposa María en una de las casas que había a orillas de la carretera que va hacia el poblado. Cierto día uno de los vecinos de nombre Pedro pasó en horas del mediodía cuando Maldonio y su esposa estaban almorzando, como norma de hospitalidad estos le ofrecieron comida a Pedro y el gustosamente aceptó, Pedro seguidamente paso a diario aproximadamente a la misma hora y esperaba la comida.

Maldonio viendo el abuso de Pedro buscando la manera de alejarlo, castro un burro que tenia y mando a cocinar con su esposa los testículos con huevo de gallina al llegar el acostumbrado comensal Maldonio le ofreció el plato y luego le pregunto a Pedro si le había gustado lo que comió Pedro le contesto que estaba muy sabroso seguidamente Maldonio lo llevo donde estaba el burro castrado a un sangrante y dijo a Pedro acabas de comer los testículos de este burro a lo cual este respondió Maldonio cuando consigas otros testículos de burro me invitas a comer.

Saque usted amigo lector la conclusión de estos dos casos.

La hospitalidad ofrecida por una persona muestra su calidad humana pero no se debe abusar de esa sensibilidad.

!Hay un refrán que dice cilantro es bueno pero no tanto¡ SALUDOS.