MIS TESOROS

Mis hijos son el regalo más grande que Dios me ha dado, son un tesoro, son mi herencia. Por ellos río así tenga ganas de llorar, por ellos me levanto con entusiasmo todos los días, por ellos trato de superarme y llegar muy lejos. Levantarme todos los días y recibir sus “buenos días mami”, escuchar esa vocecita tierna, ver sus ojitos, sus sonrisas, no tiene precio para mí. Vale la pena todo por ellos.

El tiempo va volando, hace apenas unos días eran bebecitos a los que disfrutaba tener en mis brazos. Ya han crecido mucho, dentro de poco estarán más altos que yo. :-D. Agradezco a Dios cada segundo junto a ellos, soy la más afortunada de las mujeres por tenerlos conmigo, por disfrutar al máximo cada cosa, cada travesura, cada nuevo aprendizaje, cada paso. Siento que no me he perdido de nada, tengo grabado todo lo que han hecho, y dicho desde que llegaron a mi vida.

He regalado mucha, pero aún conservo ropita de cuando eran bebes y a ellos les encanta verlas. jeje

     

Lo mejor del mundo es disfrutar cada una de sus etapas, desde que nacen y abren sus ojitos por primera vez, sus primeros trajes, su primer juguete, su primera sonrisa, su primer llanto, sus primeras gateadas, su primera taza de sopa, sus primeras palabras, sus primeros pasos, sus primer día de clases, sus siestas cada tarde, todo! Quien no valore y disfrute todo eso no sé qué pueda ser, pues no hay nada mejor para mí. Así pasen cien años, nunca podré olvidar todo lo que he aprendido junto a ellos.

Los amo con mi vida. Ellos son mi inspiración, mi razón de ser, mi fuerza. No me perderé de nada mientras pueda, estar para ellos y verlos crecer es lo mejor y es lo que haré. No te niegues cosas como esas, disfruta y dedica tiempo a lo que realmente vale la pena.  Suple tú sus necesidades, sé parte de sus aprendizajes diarios, responde a sus preguntas y alimenta sus curiosidades. Llénalos de amor y diles las veces que sea necesario cuanto les amas, abrázalos mucho, no hay algo mejor que eso. Si no lo haces ahora, te perderás de lo mejor y luego te lamentarás.     

 

Si Dios te ha bendecido con hijos, cuida de ellos, dedícales tiempo, enséñales lo necesario, no esperes que otro lo haga por ti. Son tu responsabilidad, tu tesoro, tu herencia. “Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”. Salmos. 127. 3

Fotos tomadas con cámara digital y teléfono ZTE