Visita inesperada

Hace mucho tiempo quise crear una sesión de fotografías tomadas por mí, tratando de mostrarles mi entorno y lo bello de mi querida ciudad. Pero, no es fácil. Tener el celular en las calles no es recomendable, pero el día de hoy por una maravillosa casualidad, éste pequeñito o pequeñita vino a mi hogar.

Para los que no la conocen, es una Iguana.

Las iguanas son un tipo de reptil escamosos y reúnen dos especies, la iguana del Caribe y la proveniente de Centro y sudamérica. Son animales tranquilos y únicamente se defienden si perciben algún tipo de amenaza, por lo que algunas personas las usan de mascotas. Pueden adaptarse al sol y la lluvia y habitan en zonas regularmente húmedas donde abunde la vegetación.

Poseen la habilidad de regular su temperatura corporal haciéndola capaz de vivir en diversos tipos de climas. Es un animal herbívoro, es decir, se alimenta de plantas, hierbas, flores, frutas y verduras.

Su cuerpo puede llegar a medir de sesenta centímetros o dos metros de largo y es de color verde claro, pero puede hacerse más oscuro. Cuenta con largas, duras y afiladas garras en sus patas traseras y delanteras que les permite trepar en los árboles a gran velocidad, abrir las frutas y verduras al igual que defenderse en conjunto con su cola la cual es sumamente fuerte y mide aproximadamente lo mismo que su cuerpo.

Antiguamente, la Isla de Margarita se encontraba plagada de estas hermosas y exóticas criaturas, las podíamos ver en las reservas naturales incluso en las calles y en los árboles de nuestros hogares. Actualmente se encuentran en peligro de extinción debido a que los humanos las cazan por su carne y huevos.

Existe un hotel llamado SUNSOL Punta Blanca, ubicado en la Isla de Coche, donde ellas se pasean libremente en el área de la piscina, conviviendo pacíficamente con huéspedes y trabajadores del lugar. En lo personal no lo he visitado pero sin duda alguna debe ser una experiencia magnífica.

La foto que les muestro es una tomada por mí el día de hoy en mi hogar. La iguana mide aproximadamente quince centímetros sin contar su cola y estoy segura que su visita consistió en comer de las flores de nuestra planta de parchita o maracuyá. Es la primera vez que estoy tan cerca de una de su especie y de verdad me pareció grandiosa.